Conseguir unos resultados impecables y duraderos en la manicura que podemos hacernos en casa no es algo imposible, aunque si es importante seguir ciertos pasos, uno a uno y en un orden estricto para no cometer errores.
El primer paso es desmaquillar, es básico retirar el esmalte anterior con un producto lo menos agresivo posible, aunque por ello tengamos que esforzarnos un poco más. Lo mejor son las toallitas quitaesmalte sin acetona ya que además de su función principal también hidratan y protegen las uñas.
Segundo paso, cortar y limar. Preferiblemente no usar la tijera a menos que sea necesario, es mejor rebajar la uña con ayuda de una buena lima. Las más adecuadas son las de fibra de vidrio, zafiro o cartón y para dar forma las de vidrio templado. Procuraremos efectuar los movimientos con la lima escogida siempre en un mismo sentido evitando así las posibilidades de rotura.
Tercero, blanquear. Tras el limado, es conveniente sumergir las manos completamente en un bol con agua templada pasando un cepillo de uñas de un lado al otro en cada una de las uñas. Para lograr unas uñas blancas y brillantes podemos añadir al agua zumo de limón o bicarbonato y un chorrito de agua oxigenada.
El siguiente y cuarto paso es trabajar las cutículas. Todas sabemos que si cortan las cutículas suelen salir más fuertes con el tiempo. Aplicando un buen gel quita cutículas y dejándolo actuar un par de minutos, podemos acabar con el problema.
Quinto, pulir. Pasando de forma suave una lima pulidora por la superficie de la uña lograremos un brillo perfecto, eliminando también, las posibles irregularidades.
A continuación, sexto paso, aplicar una base. Dependiendo de cómo estén nuestras uñas, cada caso necesitará de una base diferente. Las hay con proteínas, fortalecedoras, endurecedores o las que neutralizan el color amarillento que puede surgir en los casos dónde falta hidratación. Para poder evitar esta última situación es recomendable dejarlas sin esmaltes unos días e hidratarlas con aceites especiales durante este tiempo de descanso.
En séptimo lugar no nos olvidaremos de hidratar antes de aplicar el color. Tanto las manos como las uñas se benefician siempre de una buena crema hidratante. Aunque hay que tener en cuenta que, antes de aplicar el tono de esmalte escogido, será imprescindible volver a pasar quitaesmalte en cada uña para evitar las burbujas de aire, que estropearían una correcta aplicación.
Esmaltar, el octavo paso. La manicura perfecta necesita de dos capas muy finas y lo idóneo es que dejemos pasar un par de minutos para el secado entre una capa y la siguiente para que se asiente el color.
Sellar con ‘top coat’, en penúltimo lugar escogeremos aquél que nos aporte un brillo suplementario al esmalte dando más vida a el color del mismo y protegiéndolo para lograr una larga duración.
El paso número diez, secado exprés. Evitando a toda costa el agua caliente usaremos los aceites de secado con los que podremos empezar a usar nuestras uñas en un único minuto.
Sencillos pasos que podemos hacer tranquilamente en casa y que si se siguen de forma correcta te permitirán lucir unas manos bellas y seductoras en tan sólo unos minutos…¿Te animas?