La persona que se dedica al maquillaje profesional e incluso si somos aficionadas, sabemos que el producto que utilizamos es clave para lograr el efecto deseado pero sin una buena herramienta puede llegar a ser muy difícil la correcta aplicación.

Los pinceles y las brochas, en el maquillaje, son indispensables para lograr un look inmejorable. Si es la primera vez que nos interesamos por estas herramientas nos puede resultar un poco complicado ya que cada una tiene una función específica y llegar a conocer cada una de ellas y para qué sirven es cuestión de interés y tiempo.

Para ayudarte en esta tarea te explicamos brevemente cuales son las brochas más básicas pero importantes, que no deberían faltar en nuestro neceser de maquillaje.

Si nos informamos en establecimientos profesionales nos pueden recomendar los cinturones que incorporan un kit de pinceles y brochas muy amplio, cuyo coste puede llegar a ser bastante elevado. Seguro que si no te dedicas a ello este amplio surtido no lo llegarás a aprovechar porque normalmente la aplicación de productos para uso personal no llega a ser tan completo. Por esto lo más recomendable es que una vez conozcas las funcionalidades y características de las brochas más básicas busques la manera de crearte tú misma tu kit, ajustado a lo que realmente usarás a diario.

Las brochas más utilizadas son:

Brochas para el rostro

 

1. Mofeta: Esta brocha es perfecta para aplicar las bases de maquillaje tanto si son fluidas como si son en polvo en la totalidad del rostro. Al combinar pelo sintético y natural aplica el producto de forma ligera y el efecto de acabado es siempre perfecto.

2. Kabuki: Utilizada para aplicar cualquier tipo de maquillaje en polvo, es una de las brochas más útiles de nuestro kit. Si es de pelo natural aportará un extra de suavidad. Su tamaño la hace extremadamente práctica y fácil de llevar en el neceser.

3. Brocha de colorete: Para realizar correctamente su función su tamaño debe ser medio o grande y de forma redondeada, la cual permite mayor precisión. Logra difuminar correctamente el producto en polvo por su pelo largo y suave.

4. Brocha para corrector: Su punta es plana y compacta y suele ser de tamaño medio. Usada para aplicar el corrector, es ideal para los correctores fluidos o en crema.Por su forma permite un acabado natural por que puede atrapar mucha cantidad de producto dejándolo ir de forma equitativa, llegando a difuminar.


Brochas para los ojos

 

1. Para sombras: El corte redondeado y el pelo corto y compacto ayuda en gran medida a aplicar correctamente las sombras de ojos y crear el efecto deseado en nuestra mirada.

2. Biselada: El tipo de forma en su pelo ayuda a aplicar los iluminadores alrededor de los ojos, adaptándose a las curvas y prominencias peculiares de esta zona del rostro. Gran aliado para difuminar correctamente las sombras.

3. Eyeliner: Si usas un eyeliner en gel este pincel te será imprescindible. La mayoría de eyeliner tienen ya incorporado su propio pincel o aplicador.


Brochas para los labios

 

Aunque no siempre se usan, ayudan a que el acabado del maquillaje de labios sea más profesional. Suelen ser de pelo sintético y tener una punta plana y redondeada.

Habiendo conocido ya las que creemos son las brochas más básicas te explicamos, a continuación, cuales son los mejores trucos para tenerlas siempre a punto.

Es lógico que algo que está en contacto con nuestra piel a diario deba tener una correcta higiene y mantenimiento. Lo más usual es que se limpien las brochas y los pinceles una o dos veces al mes. Al estar en contacto con los productos de maquillaje se acumulan en su interior los aceites, el sebo e impurezas de la piel, y al mismo tiempo pueden tener restos que dificulten el tener el acabado que deseamos. Es bueno conservarlas dentro de un estuche bien protegidas y no en un cajón en contacto con otros utensilios.

Deberíamos seguir una rutina de limpieza que te detallamos:

  1. Si es la primera vez que las limpiamos o creemos que están muy sucias se pueden sumergir en agua y alcohol. Mirando de sumergir únicamente las puntas, las dejaremos unos minutos para que empiecen a eliminar la suciedad. A continuación realizaremos el segundo paso.
  2. Cuando ya tienes una rutina establecida de mantenimiento se podrá usar un jabón suave y neutro. Utilizando un guante, mojaremos el pelo de la brocha con agua y un poco de jabón frotándolo suavemente dibujando círculos con la punta. Estos movimientos ayudan a que se desprendan los restos de producto acumulados. Aclararemos con agua y la secaremos apretando suavemente con una toalla.
  3. Si es necesario dejarla secar más tiempo, por su cantidad de pelo, prestaremos mucha atención intentando dejarla en posición horizontal para que no pierda su forma original que es la que ayuda a sacarle mayor partido.