¿Sabíais que tanto las horas del día, como las estaciones del año, están condicionadas por los biorritmos, o dicho de otra manera, por los ritmos biológicos en nuestro organismo? 

Los protagonistas de que los procesos biológicos cambian e influyan sobre nuestro estado anímico, mental, emocional, sistema inmunológico, funcionamiento orgánico y calidad de nuestra piel, no son ni más ni menos que el padre de todos los planetas, el sol y su paso por las constelaciones, y la inclinación del eje de la tierra hacia esta maravillosa estrella, que influye sobre las horas y estaciones de más o menos luz y energía.

El biorritmo de verano es el de la apertura. La energía aletargada durante el invierno y utilizada en la primavera para ayudar al crecimiento, la desintoxicación, limpieza y renovación, se expande y se enciende el fuego, es la apertura del sol interior.

El organismo y la piel están preparados para recibir las altas temperaturas, como las plantas, árboles y flores salen del ciclo primaveral de crecimiento para mostrar su mayor esplendor y vitalidad en verano.

En esta estación manda el sistema circulatorio. Hay una mayor vaso dilatación de los vasos sanguíneos arteriales, la temperatura corporal aumenta, mayor bombeo y flujo de sangre en los órganos y en el cerebro, aumenta la vitalidad, la actividad, la alegría, las emociones, el corazón se acelera, la piel se congestiona con más facilidad, el aumento de temperatura provoca una evaporación más elevada de las reservas de agua, minerales y oligoelementos de la piel desestabilizando los lípidos y el pH. Hay una mayor actividad de las glándulas sebáceas que segregan un sebo más oleoso a través de los poros, acidificando en algunos casos la piel más de lo necesario y sensibilizándola.

El insomnio y la ansiedad debido a la energía y el fuego interno pueden desencadenar  momentos de estrés e irritabilidad, activando la producción del cortisol y reduciendo la producción de colágeno en la piel y el organismo. 

¿Cómo protegernos y cuidarnos durante esta estación del año?

-Ayudar a equilibrar la energía y el fuego interno bebiendo más cantidad de agua.

-Tomar alimentos refrescantes, frutas del tiempo, vegetales crudos con más agua y verdura poco cocidas.

-No abusar de los hidratos de carbono, ya que aumentan la energía acumulada y la acidez de los tejidos.

-Reduce los productos lácteos, generan más mucosidad y desequilibrios en la flora intestinal y evacuación.

-Ingerir más proteínas vegetales como las legumbres y reducir las animales.

– Evita alimentos que aumenten el calor interno y el exceso de combustión sanguínea como la canela, miel, picantes…

-Toma infusiones y tés fríos, de limón y jengibre (diurético, y vasoconstrictor ayudando a desinflamar), de té verde (antioxidante), infusión de melisa con limón.

-Toma complementos de colágeno enriquecidos con magnesio, para ayudar a una mejor asimilación y compensar su pérdida tanto por las exposiciones solares, como el estrés y el poco descanso nocturno.

-Añade complementos vitamínicos como la vitamina A (protege y repara los daño solares en la piel), también con betacarotenos (zanahoria, calabaza, pimiento rojo) y la vitamina E (evita que el exceso de oxígeno que llega a los tejidos debido a la vasodilatación desencadene la oxidación de los mismos.), presente en alimentos como las espinacas, brócoli, aceites vegetales…

Y, ¿cómo cuidarnos la piel? 

-Limpia la piel adecuadamente tanto de día como de noche, aumentar la hidratación y los lípidos con cosméticos adecuados, regula el sebo si es necesario, exfóliala para ayudar a reducir la híper queratinización que se produce en verano, ya que la piel necesita protegerse de los rayos UV y de la desestabilización de su propia capa de protección. 

-Aplica lociones para equilibrar el pH, mascarilla semanal hidratante, relipidizante, antioxidante, reparadora, calmante… (todas ellas tratan los efectos contraproducentes por la vasodilatación, el aumento de calor interno y la fragilidad capilar). También añade sueros a base de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

-Aplica una pantalla solar, renovándola cada 2 y 3 horas.