Hay alimentos que son favorables para mantener una piel sana y jóven y, hay otros, que son mucho más malos de lo que imaginamos. Por eso, en este post os mencionamos algunos alimentos que debemos moderar en nuestra dieta.
El primero de ellos es la sal. Los riñones solamente eliminan unos cinco gramos de sal al día. Si consumimos más de esta cantidad, se acumulará en nuestro cuerpo produciendo severos daños en el organismo. Este exceso puede provocar bolsas en los ojos aportando un aspecto cansado y envejecido; puede provocar irritación y sequedad en los ojos; la caída del cabello; reseca la garganta y la nariz; puede producir sobrepeso y retención de líquidos así como erupciones.
A pesar de todas estas contra-prestaciones, no hace falta eliminar la sal completamente de la dieta ya que sigue siendo un mineral necesario para el cuerpo ya que ayuda a realizar procesos metabólicos fundamentales. Para dismunuir los efectos negativos de la sal, puedes seguir estos consejos: usa sal yodada, si puede ser gruesa, o sal tamari (elaborada 100% con soja), bebe mucha agua e intenta condimentar tus platos con sustitutos de la sal como hierbas aromáticas, cítricos, aceite de oliva…
De lo salado a lo dulce. El consumo de azúcar tampoco es muy recomendable para mantener una piel sana, aunque es necesario para obtener energía. Por eso se debe evitar comer comida procesada, comidas con muchos carbohidratos y almidón, golosinas y azúcar blanco. Sustitúyelo por alimentos con alto contenido en fibra, azúcar moreno o edulcorantes naturales como la miel o la estevia.
El tema del alcohol seguro que también lo habrás oído más de una vez. Para la piel es un producto que provoca inflamación y deshidratación. Con el consumo repetido de alcohol la piel se verá cada vez más apagada, flácida y inflexible. Como hemos dicho anteriormente, no se trata de eliminar el alcohol drásticamente de tu dieta, pero si evitar un consumo masivo.
Algo con lo que también se debe ir con cuidado son las grasas. Se deben evitar los alimentos envasados y procesados ya que contienen altas cantidades de grasas saturadas y azúcar. Para combatir con las grasas es necesario mantener la piel hidratada ya que desintoxica la piel y regula la producción de grasa.
Finalmente, el último alimento con el que debemos vigilar es la carne roja. Esta, contiene un alto nivel de grasas saturadas debido a la alimentación de los animales. En consecuencia, nos puede provocar desequilibrios hormonales que conducen al acné y a la inflamación de la piel. Con los productos lácteos, ocurre algo similar.
Estos son algunos alimentos que no favorecen a la piel. ¡Es por eso que te aconsejamos que los controles y que los consumas con moderación!