El té verde, es quizás, uno de los tés más valorado por su pureza y beneficios hacia la salud y la belleza. Su pureza es debida a que en su procesado no ha sufrido ningún tipo de oxidación, a diferencia de otras variedades como por ejemplo el té negro, cuyas hojas se recogen frescas pero se prensan y se procesan mediante el calor.
Sus beneficios medicinales han sido descritos desde hace más de mil años, y sus componentes estudiados y analizados para poder otorgarle dicha clasificación. El té verde contiene grandes cantidades de L-teanina, y antioxidantes que desarrollan un papel primordial en los procesos cognitivos. A pesar de esto, no es adecuado su consumo para todo el mundo, ya que existen ciertas contraindicaciones en casos de embarazo, lactancia, problemas gástricos, entre otros.
En este post nos vamos a centrar en el uso del té verde como precursor de belleza. En casa todo el mundo tiene la posibilidad de preparar, en tan sólo unos minutos, una infusión de este magnífico té y empezar, a partir de entonces, a disfrutar de sus beneficios en favor de nuestra belleza.
Si bebemos unas dos tazas al día, gracias a los polifenoles de su composición, actuará combatiendo los radicales libres y nos ayudará a retrasar el envejecimiento prematuro de la piel.
También es un gran diurético y por ello lo incluyen en muchas dietas de adelgazamiento. Teniendo en cuenta que problemas estéticos como la piel de naranja y la celulitis son causados por la retención de líquidos, el té verde se convertirá pronto en un buen aliado frente a dichos problemas.
En este mismo sentido se le conoce su acción quema grasas, ya que su consumo habitual puede llegar a reducir en gran medida la absorción de grasas en el intestino, con lo que la pérdida de peso está prácticamente garantizada si se siguen las pautas dietéticas, se consume un mínimo de agua diario y se combina con ejercicio moderado.
A nivel tópico, en beneficio de nuestra piel, sus componentes antioxidantes y propiedades astringentes nos ayudan a protegerla de los agentes externos así como a mantener el frescor del cutis reduciendo la inflamación, eliminando impurezas y actuando como tónico.
Para este fin haremos una infusión, y tras dejarla enfriar de forma moderada, empaparemos un algodón y lo aplicaremos sobre el rostro limpio.
También la teína nos ayudará, gracias a su poder reactivador sanguíneo y constrictor de los vasos y venitas, a eliminar los efectos externos de las ojeras. Al dejar reposar unos discos de algodón empapados durante unos diez minutos sobre los ojos, podremos ver como el color oscuro disminuye dejando atrás el aspecto cansado y el rostro apagado.
En la cosmetología moderna son muy conscientes de sus múltiples propiedades y por ello incluyen este valioso ingrediente en un gran número de jabones, cremas y geles.
También en estética se trabaja con el té verde en peelings y tratamientos exfoliantes, por su efecto reductor sobre las manchas de la piel y por sus características dermo-protectoras.
Si no conocías sus propiedades y beneficios esperamos que te haya sido útil este post para incluir el té verde en tus rutinas de belleza tanto interior como exterior.