Tradicionalmente en Occidente el baño de vapor no ha gozado de mucha popularidad en relación a como en Oriente han sabido aprovechar sus múltiples beneficios desde tiempos muy remotos. Orientado hacia la tradición se convierte en un auténtico ritual, el “hammam”, dónde los amigos se encuentran tras el largo día para relajarse y aprovechar sus beneficios en relación a la salud y la belleza.

Los mejores baños de vapor se toman en los centros dónde las instalaciones ayudan a ganar en confort y eficacia, pero en tu propia casa puedes intentar simular las mismas condiciones para disfrutar de sus beneficios.

El concepto de baño implica habitualmente a todo nuestro cuerpo aunque en este caso se puede realizar la terapia con vapor trabajando por zonas, como el rostro o el pecho. Desde la estética se acostumbra a usar el vapor de ozono mientras la persona está cómodamente tumbada en la camilla. En casa sería adecuado, hervir agua en un recipiente y cubrir la zona expuesta al vapor con una toalla para evitar fugas y ganar en eficacia.

A continuación enumeraremos los principales beneficios para la salud y la belleza de esta práctica:

–  Limpiar los poros: de sobra es conocido que el vapor ayuda a que los poros de la piel se abran con facilidad y al mismo tiempo se limpien eliminando las molestas impurezas o puntos negros. Normalmente en estética este es el primer paso antes de realizar una limpieza en profundidad, permitiendo al mismo tiempo que los productos cosméticos penetren mejor en la piel.
–  Desintoxica y depura, permite eliminar toxinas de una forma cómoda y relajante, ya que además ayuda a calmar al sistema nervioso, favoreciendo la eliminación del estrés y la ansiedad en pro de una grata sensación de bienestar.
–   Es de gran ayuda en los tratamientos del acné y la psoriasis
– Es un muy buen remedio en caso de resfriados por su acción expectorante ayudando a limpiar las vías respiratorias.
–  Dilata los vasos sanguíneos mejorando la circulación gracias a su calor húmedo, lo cual es muy beneficioso para la salud general de nuestro organismo.
–  Combinado con aceites esenciales potencia la acción de muchos de ellos haciendo llegar su acción curativa y preventiva de una forma más directa.

Para realizar un baño de vapor tenemos que tener en cuenta:

– Antes de empezar y al acabar es necesario beber como mínimo un vaso de agua, para hidratarnos, previniendo posibles molestias por la pérdida de liquidos.
– Se debe detener el baño en caso de encontrarnos mareados o con un simple malestar.
– Se aconseja refrescarse con agua fría la cabeza y el rostro en alguna ocasión mientras dure el tratamiento.
– Procurar no iniciar el baño si acabamos de comer.
– No realizar ninguna actividad física, buscando la relajación y el descanso.
– Terminar con una ducha de agua templada, tirando a fría, para cerrar los poros y evitar posibles bajadas de tensión.
– Aplicar una crema hidratante corporal al terminar para lograr aún más bienestar y ayudar a tu piel a rehidratarse.

Las únicas personas a quienes no se los recomienda este tipo de práctica, que aunque sea natural, tiene ciertos riesgos, es a las mujeres embarazadas, las que tengan problemas de vasodilatación, varices o problemas con su tensión arterial.

Por lo demás es un tratamiento económico, fácil de practicar y que nos aporta múltiples beneficios para nuestra piel, nuestro organismo y nuestro bienestar.