¿CÓMO AFECTA EL BIORRITMO DE PRIMAVERA A NUESTRA PIEL Y ORGANISMO?

Nuestro organismo pasa por distintos ritmos biológicos, lo que llamamos “biorritmos”. Estos van cambiando con cada estación del año debido al paso del sol por las constelaciones y la inclinación del eje de la tierra hacia esta deslumbrante estrella, que influye sobre las horas y estaciones de más o menos luz y energía.

Este maravilloso comportamiento de la naturaleza influye sobre nuestro estado anímico, mental, emocional, sistema inmunológico, funcionamiento orgánico y calidad de nuestra piel.

Yvette Pons, terapeuta con más de 30 años de experiencia en el sector de la estética y la salud, relaciona los biorritmos con los ritmos biológicos.

¿Pero como funciona el biorritmo de primavera?

El biorritmo de primavera es el de la transición, crecimiento, despertar y florecimiento. Durante el invierno toda la energía que ha permanecido aletargada para proteger al organismo y piel de las bajas temperaturas, manteniendo nuestro sistema inmunitario en condiciones para luchar contra los microorganismos y pérdida de nutrientes, es utilizada en primavera para activar la renovación celular, regeneración, limpieza, y desintoxicación de la sangre y órganos.

“Al igual que en primavera los árboles florecen, la piel se reactiva y prepara con toda su energía y máximo esplendor para enfrentarse a las altas temperaturas del verano, la apertura del fuego interno”.

Yvette recalca que la piel expulsa las toxinas a través de la depuración de la sangre y del hígado. La histamina de la sangre se eleva para alertar a nuestro sistema inmune y luchar contra el cambio de estación que influye en los procesos fisiológicos que liberan al organismo y a la piel de cualquier factor que afecte a la energía necesaria para mantener los agentes de defensa y barrera de protección para la piel. De ahí ciertas alergias que afectan a muchos de los humanos, como prurito cutáneo, estornudos, picores, etc.

El cambio de las bajas temperaturas, al aumento de las mismas y de las horas de luz, reactivan la energía celular para estar preparados para las altas temperaturas.

Pons destaca que el estado anímico entra en un proceso de transición en el cual disminuye, hasta que esta lucha interna finaliza, y está preparado para el verano con toda su vitalidad.

Durante esta situación se debilita la barrera de protección de la piel y sus funciones fisiológicas, lípidos, hidratación, oxigenación, desestabilización de las glándulas sebáceas.

Los capilares sanguíneos pasan de estar en vasoconstricción a vasodilatación, para poco a poco activar todos los procesos nutritivos y desintoxicantes, por lo que sufren por fragilidad. En algunos casos el estrés aumenta durante esta estación y se eleva el cortisol afectando a la producción del colágeno, así como alteraciones en el sueño, ansiedad, estados emocionales variables, etc.

Yvette señala que todos estos ritmos biológicos son necesarios para crecer, liberarnos, aumentar nuestro sistema inmunológico, y durante esta transición afrontar la nueva estación veraniega con energía, optimismo, renovados y resplandecientes.

Algunos consejos para cuidarnos durante esta floreciente estación del año:

El principal órgano en la primavera es el hígado, por eso es importante tomar alimentos de hojas verdes, con sabores ácidos, no sobrecargar al hígado con bebidas alcohólicas y alimentos demasiado procesados.

Beber agua a temperatura ambiente y en pequeños sorbos.

Ayudar a los mecanismos de depuración con canónigos, guisantes, ajo, espárragos, piña, alimentos que contengan fibra para ayudar a la limpieza del tránsito intestinal.

Tomar infusiones de cúrcuma y hierba luisa, por su aporte ácido.

Ejercicio con moderación y poco a poco ir aumentando su intensidad.

Aportar a la piel cosmética que favorezca su depuración, oxigenarla, favorecer la barrera de protección con activos altos en lípidos e hidratación, exfoliarla para ayudar a la renovación celular.