Terminando el verano muchos son los propósitos para este nuevo período. Uno de los más habituales es iniciarse en el deporte, ya sea apuntándonos a un gimnasio, como probando aquellos que siempre nos han llamado la atención pero que nunca hemos encontrado el momento.
Algunos de los beneficios, comunes para a la mayoría de deportes son:
- Adelgazar: practicando deportes que impliquen un gasto calórico controlado, combinando cardio con fuerza y resistencia, lograremos con constancia y voluntad adelgazar aquellos kilos que hemos engordado en verano.
- Tonificar: Trabajando la musculatura específica logramos tonificar zonas como los glúteos, los brazos, las piernas….
- Desconectar: Cualquier tipo de deporte es beneficioso para evadirte durante unas horas del constante ir y venir de pensamientos. La liberación de endorfinas produce un efecto muy beneficioso en la reducción del estrés y te aporta energía y sensaciones que seguro te harán repetir.
Un buen ejemplo pueden ser la natación y la bicicleta, dos ejercicios muy completos que te aportarán múltiples beneficios a nivel mental y corporal. Te explicamos, a continuación muy buenas razones para practicar, en concreto, estos dos deportes.
Razones para practicar la natación
Sin lugar a dudas la natación es un deporte muy completo que te ayuda a quemar calorías, tonifica todo tu cuerpo y activar tu metabolismo.
Lógicamente tenemos que ser conscientes de que cuando se inicia un ejercicio que no se ha practicado nunca es bueno empezar poco a poco, orientados por alguien profesional que nos indique como empezar e ir evolucionando. Las primeras molestias como las agujetas o los dolores musculares nos indican que realmente estamos trabajando y se pueden aliviar fácilmente con, por ejemplo, geles antiinflamatorios.
La natación nos ayudará a esculpir nuestro cuerpo, las grasas de abdomen y cintura se verán comprometidas y serán las primeras en disminuir con la constancia del ejercicio. En una hora de natación se pueden quemar hasta 600 calorías y trabajaremos con todos los grupos musculares. El agua nos ofrece el aliciente de ejercer una mínima resistencia y por ello los movimientos implican tonificación.
Otra de las razones para escoger la natación es el pequeño riesgo de sufrir lesiones. Al agua te permite practicar el ejercicio sin el efecto de la gravedad, por ello las articulaciones no se ven en absoluto forzadas ni sufren repetidos movimientos que comprometen sus límites, como por ejemplo en el running.
Por último señalar un estudio presentado en la American College of Sports Medicine Conference, en el que se argumentaba que la natación si se practica con regularidad, puede aportarte una importante dosis de juventud ya que en este estudio se han recopilado datos que aseguran que los nadadores habituales tienen unos valores en presión arterial, colesterol, funciones cardiovasculares y cognitivas equivalentes a personas de menor edad.
Razones para ir en bici
Aunque puede parecer un deporte difícil de practicar en la ciudad, siempre se pueden encontrar cerca de ellas, perfectas rutas para realizar cómoda y progresivamente el ejercicio que nos aporta la bicicleta.
Fortaleceremos la función cardiovascular ya que el ejercicio de resistencia ayuda a mejorar el bombeo del corazón haciéndolo más eficaz y permitiendo que disminuya la tensión arterial.
Trabajaremos todos los músculos de las piernas pero también de los brazos y de los hombros. No podemos olvidar los estiramientos al terminar el ejercicio ya que la posición en la bicicleta tiende a acortarlos.
Aumentaremos la eficacia de nuestro sistema inmunitario ya que el movimiento regular y moderado incrementa su acción, pudiendo hacer frente mejor a las infecciones comunes como los resfriados o las gripes.
Y quemaremos, al igual que con la natación, las calorías que nuestro cuerpo tiende a acumular en exceso.
No es necesario realizar un ejercicio intenso para que con el ciclismo empecemos a notar los múltiples beneficios que nos aporta un deporte al aire libre, cargado de buenos momentos y pequeños retos que al ver que podemos superar, también nos ayuda a mejorar nuestra autoestima.
Estos han sido dos ejemplos aleatorios, pero como ya hemos explicado en anteriores posts el practicar cualquier ejercicio de forma moderada junto con unos hábitos alimenticios saludables nos llenará de vitalidad y energía que se reflejará claramente en nuestra belleza y bienestar.