A apenas 24 horas del inicio de los compromisos sociales y familiares que comportan estas fechas de Navidad, es bueno conocer algunos trucos que te ayuden a tener un aspecto saludable y fresco aunque no hayas podido descansar lo suficiente el día anterior.
Es algo indispensable, para este fin, tener en nuestro neceser una buena mascarilla de efecto flash de belleza. Con ella lograremos recuperar, en tan solo 20 minutos, la luminosidad y la sensación de frescor en la piel. Tras una noche de fiesta en la que hemos dormido poco, estás mascarillas son la opción ideal. Fáciles de aplicar, parecen una segunda piel e hidratan y tonifican lo suficiente para que en muy poco tiempo notemos los resultados deseados.
En función de tu tipo de piel, la mascarilla tiene unas funciones específicas:
- Para pieles con tendencia grasa: la mascarilla nos aportará tensión, cerrará el poro y evitará los brillos y el exceso de sebo.
- Para pieles normales: las mascarillas nos aportarán luminosidad, sensación de relajación e hidratación extra.
- Para pieles secas: preferiblemente con ingredientes como el colágeno o la vitamina E, ayudarán a evitar la pérdida de elasticidad y aportarán la humedad necesaria a una piel que carece de la hidratación natural.
Como los ojos suelen ser la parte más visible del cansancio en el rostro, existen en el mercado unas mascarillas específicas que realizan el efecto de las conocidas bolsitas de manzanilla que utilizaban nuestras madres para descongestionar y drenar la zona. Para el enrojecimiento podemos optar por el uso puntual de unos colirios vasoconstrictores que nos ayudarán a dejar limpia la mirada.
Tras la mascarilla usaremos un sérum tensor para el contorno de ojos. La mayoría de marcas cosméticas utilizan como base las proteínas que otorgan al producto un efecto lifting inmediato. Es importante utilizarlo con la cara limpia y completamente seca, el seguir las instrucciones de uso, en este caso es muy importante, ya que su resultado final depende exclusivamente de una correcta aplicación. Se presentan en forma de ampollas, o cremas fluidas.
Finalmente, pasamos a realizar los últimos toques con el maquillaje y el iluminador para lograr la piel perfecta. Con pequeños toquecitos por todo el rostro, el maquillaje ideal es el de tendencia minimalista que busca la máxima naturalidad y nos permite no perder ni un segundo.
Con el iluminador ganaremos en frescura si lo aplicamos en pequeñas dosis en la parte alta del pómulo, en la nariz, sobre los labios y debajo de las cejas.
Con un gloss suave en los labios, y un rubor rosado en las mejillas daremos el remate a un look natural y bello en el que apenas se nota el maquillaje pero con el que nos sentiremos cómodas en nuestro día a día.