La importancia de tener un cutis terso y brillante ha ido tomando cada vez más fuerza entre las mujeres. Por ello, ya incluimos en nuestra rutina diaria los tres pasos de oro: desmaquillarnos, quitar los restos con tónico e hidratar la piel antes de ir a dormir.

Y, en este sentido, también muchas hemos mejorado nuestro estilo de vida bebiendo más agua, haciendo ejercicio de manera constante y pasarnos a una dieta más sana y natural.

Todas estas atenciones que le damos a nuestra piel deben mantenerse, pero… ¿por qué no añadir alguna rutina más?

Los ejercicios faciales son sencillísimos de hacer: se trata de un método terapéutico que pone en movimiento los músculos más olvidados de nuestra cara. Y es tan sencillo que podemos hacerlo tranquilamente en nuestra casa una vez tengamos la cara limpia y el cabello recogido. A continuación os proponemos algunos ejercicios:

• Ejercicio 1: Levantar la barbilla y desencajarla hacia arriba
• Ejercicio 2: Sacar el labio hacia fuera y estirarlo hacia los lados con los dedos
• Ejercicio 3: Colocar el puño debajo de la mandíbula haciendo presión mientras se abre y se cierra la boca
• Ejercicio 4: Inflar las mejillas con la boca cerrada y pasar el aire de un lado al otro por el labio superior
• Ejercicio 5: Achinar los ojos con los dedos y cerrarlos con fuerza

Haciendo entre 10 y 15 repeticiones de cada ejercicio y siguiendo esta rutina cada día, ya sea al levantarse o antes de ir a dormir, habrá un cambio significativo en la piel. De hecho, hay expertos que consideran que estos ejercicios mejoran el aspecto de la piel contrarestando los signos de la edad. Puede conseguirse hasta un efecto lifting gracias a la tonificación y a la fortificación de los músculos de la cara.

¿Cuántas veces habéis pensado que no tenéis tiempo para nada? Ir al trabajo, la compra, los niños… Las responsabilidades del día a día nos consumen y nos quitan el tiempo para disfrutar de nuestra propia vida.
Ya está bien de aplazar siempre nuestro tiempo para dedicarlo a otras cosas. No hay nada más importante que nosotras mismas. Por eso, ya no debemos renunciar a aquellos pequeños placeres que pueden hacernos felices: de vez en cuando es importante tachar eventos en la agenda y hacer un hueco para mimarnos, consentirnos y malcriarnos.

Una piel brillante y tersa. ¿Cuándo fue la última vez que dedicaste tiempo a tu piel? Es hora de aplicar una mascarilla con un margen de tiempo suficiente para que le aporte todo lo bueno a nuestra piel.¿Lo mejor? Darle al stop un ratito, tumbarse y disfrutar de un buen libro o de buena música mientras la mascarilla hace su magia.

Disfruta los aromas. Un capricho de vez en cuando nunca es malo. Por ello… ¿por qué no hacerse con esa fragancia que nos vuelve locas? Perfuma tus muñecas, el cuello, la ropa… Siéntete poderosa y viaja a un lugar de ensueño cada vez que sientas ese aroma.

Mímate. Una tarde debe ser para ti, para estar contigo misma, cuidarte y pensar. ¿Y qué mejor que hacerlo en un spa? Eso es, pide hora y cuídate en profundidad. Hidromasajes, hidroterapia, sauna, jacuzzi e incluso tratamientos de lo más relajantes.

Profundos sueños. Es uno de los secretos mejor guardados de la belleza y, sin duda, uno de los más efectivos. Por lo tanto, siempre que puedas, duerme. ¿Qué buen consejo, eh? Intenta llegar a las 8 horas diarias y verás cómo notas que tu piel está mucho más hidratada. ¡Hasta te quitarás años de encima!

Hidrátate. Cómprate una buena crema hidratante y póntela cuantas veces quieras o puedas. Nuestra piel necesita agua y nutrición todos los días y, siguiendo este consejo, notarás un cambio radical en tu piel. Y si quieres convertirlo en todo un ritual, aplícala con un suave masaje.

Tiempo para ti. Visita un salón de belleza ya sea sola o en compañía de tus amigas. Mímate en todo lo que quieras: manicura, pedicura o un cambio total de look. Llegarás a casa totalmente renovada, descansada, perfecta y sin ningún problema.

Belleza natural. El maquillaje forma parte de nuestro día a día. Aunque incluso de él debemos descansar: coge los domingos como día de descanso y pasa del maquillaje. Además de conseguir que tu piel se relaje y recupere su brillo, volverás a conquistar a todos con tu belleza más natural.

Recupera el tiempo que inviertes en ti misma y verás cómo tu vida pasa a mejorar en todos los aspectos. ¡Incluso tu misma te sentirás mejor!

El cuidado masculino cada vez coge más fuerza. Las mujeres, que siempre han sido el público ideal del sector, ya han dejado de ser las únicas que se preocupan por las últimas tendencias de moda y productos de belleza.
De hecho, los mercados ya se están enfocando en el cuidado masculino sacando líneas de productos especiales para ellos. Y es que los hombres también tienen sus propios problemas y buscan, en sus cuidados diarios, mostrar su mejor cara sin complicaciones. El afeitado, la pérdida de cabello, las ojeras, la flacidez… son aspectos a los que les suelen dedicar parte de su tiempo, sin mencionar el cuidado de la barba, el bigote o cualquiera de esos looks modernos que se llevan ahora.

Aunque parezca mentira, una de las mayores preocupaciones de los hombres es la de mantener un rostro joven y sin huellas de fatiga. De hecho, el 45% de los europeos admite que el cansancio es uno de los grandes enemigos en el aspecto saludable.
Siguiendo esta línea, al 87% de los hombres españoles les preocupa que su rostro pueda dar una impresión de tristeza o de enfado a causa de las huellas de la edad; y en 8 de cada 10 una de las mayores preocupaciones es que se les haga un juicio equivocado de su personalidad en base a su cara.

Esto es porqué consideran que su imagen afecta en realidad a su seguridad y confianza hasta el punto de llegar a condicionar su comportamiento. De hecho, muchos hombres quieren eliminar los signos de fatiga para quitarse años de encima.

¿La solución? Enfrentarse a todo ello con esos productos cosméticos milagrosos tales como exfoliantes, hidrantes, revitalizantes, tónicos, antiojeras… e incluirlos en su día a día como una rutina más. Todo por y para ellos. De esta manera, se aseguran llevar un buen paso de los años y quitarse preocupaciones de encima.

Aunque la piel no es lo único que les preocupa. También el pelo. Les incomoda, principalmente, cuando notan que el pelo les está empezando a caer: la calvicie es uno de sus enemigos por antonomasia. Por ello es recomendable usar productos adecuados para cada cabello y, en caso de que exista una caída abundante de pelo que se mantiene en el tiempo, si hay pérdida de pelo en las cejas, la barba o a nivel corporal o si hay síntomas molestos como picor, dolor o rojez, es importante acudir al especialista.

¿Cuántas veces habremos soñado en tener el pelo liso? De esta manera, dejaríamos de perder el tiempo usando aparatos como el secador y la plancha de manera constante. Y, como no, dejaríamos de maltratar a nuestro pelo. Bien sabido es que con el calor artificial el pelo se reseca, pierde luminosidad y toda esa vitalidad que algún día tuvo.
El segundo paso por el que todas optamos para convertir en liso nuestro pelo son los productos cosméticos tales como champús, mascarillas y derivados. Estos tampoco son muy saludables por la cantidad de productos químicos que llevan en su fabricación.

¿Cuál es la mejor opción? Os preguntaréis. Pues bien, hay algunas recetas naturales muy fáciles y, a la vez, económicas para que nuestro pelo quede de lo más liso y las podemos hacer tranquilamente en la comodidad de nuestra casa.
Usar coco, por ejemplo. El coco es conocido por sus múltiples propiedades y, una de ellas, es su factor alisador. Solamente hará falta ponerlo en una licuadora con un poco de leche y crear la pasta. Aplicarlo en el cabello y dejarlo actuar durante 40 minutos. Posteriormente lavarlo con normalidad y… ¡voilà!

Otro remedio es el aceite de oliva. Debemos aplicarlo sobre el cuero cabelludo, masajeando con la yema de los dedos hasta cubrir toda la superficie. Para no manchar, envolver el pelo con una toalla y a los 40 minutos enjuagar. Además de liso, tu pelo quedará brillante, suave e hidratado. ¡Perfecto!

Una solución muy dulce: leche con fresas y miel. A pesar de parecer un desayuno, debemos licuar estos ingredientes y aplicarlos sobre el pelo y el cuero cabelludo. Cómo debemos dejarlo actuar durante una hora y media, nos pondremos un gorro para contener las propiedades. Pasado este período de tiempo, enjuagar y lavar la cabeza normalmente. ¡Notarás la diferencia!

Finalmente, otra opción clásica es usar claras de huevo con miel. Después de mezclarlo bien, aplicarlo sobre el cuero cabelludo, cubriendo toda la superficie. Dejaremos actuar durante unos 30 minutos y enjuagaremos. ¡Quedará genial!

La mayoría de estas recetas no solamente sirven para conseguir un alisado de lo más natural, sino que además, conseguiremos nutrir nuestro cabello. Todos los ingredientes mencionados anteriormente tienen las propiedades idóneas para conseguir un pelo liso, saludable y brillante. Pon en práctica estos consejos una o dos veces por semana… ¡y te encantarán los resultados!

Con la llegada del otoño, llegan el frío, los abrigos…y los resfriados. Solemos decirnos que ya pasarán o nos tomamos un poco de antibiótico que nos sobró de la última vez. Pero… ¿qué pasaría si llevamos años haciendo lo incorrecto?

Según el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), más de la mitad de la población ha usado antibióticos para curar un resfriado o la gripe, a pesar que los provocan los virus y no las bacterias. ¡Exacto! Es correcto usar un antibiótico para erradicar bacterias del cuerpo que nos causan enfermedades, pero nunca para erradicar virus.

¿Qué debemos tomar, pues? Hay miles de opciones que podemos tener en cuenta, aunque quizás sean los productos que podemos encontrar en herbolarios los que más salida tienen. Muchos ya se decantan por productos naturales con efectos antivirales que se puedan encontrar sin prescripción médica en este tipo de tiendas.
El própolis, por ejemplo. Se trata de una sustancia que obtienen las abejas de las plantas y que usan para mantener su colmena desinfectada y libre de bacterias. Se encuentra en pequeñas cantidades entre la miel, por lo que es muy difícil su recolección. Aunque vale la pena ya que es considerado un antibiótico natural por todas las propiedades que posee.
Y no sólo de ahora, ya que su uso es conocido des de muchos años atrás. Los egipcios lo usaban como medicina; los griegos como remedio para las infecciones; los incas para bajar la fiebre y los franceses para tratar llagas.

El própolis contiene más de cincuenta principios activos que son muy beneficiosos para la salud. Es, por ejemplo, antibacteriano, antiinflamatorio, cicatrizante y ligeramente analgésico; tiene propiedades anti fúngicas y antiparasitarias, actúa como inmunoestimulante y mejora la permeabilidad capilar. También contiene propiedades antioxidantes y disminuye los ácidos gástricos.
Por todo ello, no es de extrañar que se trate de un producto bastante caro, tanto por la cantidad de ventajas que nos ofrece como por la dificultad a la hora de recolectarlo. Aunque no desesperéis, ya que se puede encontrar fácilmente en farmacias y herbolarios como cápsulas, comprimidos, jarabes, caramelos…

Ya sabéis… si queréis prevenir o curar un resfriado, antes de optar por un antibiótico, dadle una oportunidad a estos productos naturales.

El yoga es uno de los deportes que, en los últimos años, se ha puesto más de moda. El yoga nos ofrece poder conseguir múltiples objetivos de una forma conjunta, sencilla y natural: perder peso, un cuerpo fuerte, flexible y saludable, una piel suave y brillante, calmar la mente…

Pero… ¿qué pasaría si este deporte lo practicaran nuestros hijos? Pues bien, el yoga para niños puede ser una manera de lo más divertida para que desarrollen su potencial creativo así como su capacidad de superar retos, desde una temprana edad.
Los beneficios en adultos y niños son algo diferentes. En el caso de los niños, con los diferentes ejercicios de yoga aprenden a ejercitar su respiración y a relajarse. De esta manera, empezarán a aprender a hacer frente a situaciones adversas, al estrés y a la falta de concentración. Todos ellos, problemas de lo más habituales en los niños de hoy en día.

El yoga también les ayudará a crear una rutina deportiva en su día a día, llegando a sustituir o a complementar otras actividades deportivas. Muchos padres tienen una consciencia equivocada que el yoga no consiste una actividad física importante cómo pueden serlo otros deportes como el futbol, el baloncesto u otras actividades deportivas extraescolares.
Nada más lejos de la realidad ya que el yoga es una disciplina que enseña a los niños a activar y a estirar su cuerpo, a canalizar su energía, a conectar con su “yo interior” y, a la vez, a reafirmar su autoestima. Podemos afirmar, pues, que los beneficios de este deporte para nuestros hijos son tan físicos como mentales.

En resumen, podríamos decir que físicamente el yoga tiene multitud de beneficios para que los niños crezcan sanos y fuertes: con los diferentes ejercicios y rutinas los niños desarrollan y estiran los músculos, consiguen mejorar la flexibilidad en las articulaciones, mejoran los hábitos posturales de la columna vertebral dañados con la carga de peso diario, masajean sus órganos internos, estimulan la circulación sanguínea y mejoran sus hábitos de respiración. A nivel mental, el practicar yoga les puede ayudar a canalizar su energía física, a armonizar su persona y su carácter, a mejorar su autoestima y a combatir el nivel de estrés infantil, ya que les calma y les relaja.

A muchas de nosotras hay algo que no nos gusta de nuestro cuerpo y hemos deseado cambiarlo o mejorarlo alguna vez. Una nariz torcida, los pechos pequeños, las arrugas, la papada… Pensamos y damos vueltas y nos llegamos a obsesionar, hasta que encontramos una fácil solución: la cirugía estética.
Pero hay que tener en cuenta que, a la hora de tomar una decisión cómo esta, tenemos que pensar muy bien cuáles son las razones por las que vamos a modificar alguna parte de nuestro cuerpo, ya que esto nos puede acarrar consecuencias a corto y largo plazo. Muchas de estas razones son psicológicas.

La sociedad ha creado un estándar de belleza al que todas nos tenemos que parecer para ser “guapas”. Las modelos son perfectas y nosotras queremos ser como ellas. Si pasamos por quirófano por esta razón pueden pasar dos cosas: que nos asemejemos al estándar y quedemos satisfechas o, todo lo contrario. Que no veamos cumplido aquello que anhelábamos y nos sintamos peor que antes. Aquí empiezan los arrepentimientos. Por ello, debemos pensarlo muy bien antes de ir a visitar al cirujano con estas ideas de perfección y belleza, típicas de las revistas y las pasarelas.

También debe de pensarse dos veces si lo estamos haciendo por nuestra pareja. Es muy habitual que, en algún momento, la pareja insinúe que quiere un cambio en nuestro físico, pero el resultado puede ser muy parecido al del caso anterior. Debe tenerse en cuenta que, al retocarnos por petición de alguien, nos estamos convirtiendo en un objeto a su merced. Después de esto, siempre vienen más cambios y más retoques. Cuando queremos a alguien debemos quererlo por cómo es y no por como luce. Además, en caso de no conseguir los resultados esperados, culparíamos siempre a la pareja, ya que sería la persona que nos habría incitado a ello.

A pesar de esto, hay casos en los que, evidentemente, es de lo más válido recurrir a la cirugía estética. Ésta no deja de ser un recurso a nuestro alcance y que está ahí para ayudar en muchos casos. Cuando la cirugía es usada en relación al gusto, es decir, si la cirugía es realmente estética, es perfectamente aceptable. Ahora bien, si el resultado que buscamos es cambiar aspectos de nuestra personalidad, debemos pensarlo bien porqué por muchas veces que pasemos por quirófano, solamente cambiará el exterior.

En definitiva, es importante interiorizar que nadie es perfecto y que no hay una belleza única. Debemos aceptar que todas somos diferentes y bellas por nosotras mismas.

¿Cuántas veces nos llegamos a lavar el pelo a lo largo de la vida? Muchas, muchísimas. Estamos de acuerdo que no es una tarea nada difícil. A pesar de ello, somos muchas las que podemos mejorar nuestra rutina y dar paso a un proceso de cuidado mucho más efectivo.

La clave está en la cantidad de champú que nos echamos. En este post os queremos descubrir cómo podemos lavar el pelo obteniendo unos resultados más óptimos y, a la vez, cuidamos nuestro cabello.
En las peluquerías nos damos cuenta que, el proceso del lavado, es mucho más largo y laborioso que el nuestro propio. Eso es porqué cada pelo es un mundo y hay ciertos trucos profesionales que también se pueden aplicar en casa.

Por ejemplo, el primer paso es mojar el cabello con agua tibia. Debemos tenerlo mojado completamente y durante un par o tres de minutos. Es un error aplicar el champú directamente.
El segundo paso está en saber cuál es la cantidad idónea de champú. Pues bien, eso dependerá de cada cabello: debemos usar el champú equivalente a una avellana cuando se tiene cabello corto o media melena y el equivalente a una nuez en caso de tener una melena larga.
Hasta aquí bien. Lo siguiente es emulsionar el champú en la mano y aplicarlo sobre la raíz, mientras masajeamos el cuero cabelludo en movimientos circulares. Para que no quede seco, debemos ir añadiendo el aguan necesaria para emulsionar correctamente.

El último de los pasos es aclarar el pelo con abundante agua. Es importante que no queden restos de champú porqué en seco podrían quedar zonas blancas que pueden confundirse con caspa. Para evitarlo, podemos ir presionando el pelo con las manos mientras aclaramos. Una vez el pelo esté libre de jabón, es recomendable hacer un último aclarado con agua fría ya que favorece la circulación, sella la cutícula y le da más brillo al pelo.

Algunos consejos extra. Si sois de las que os laváis el pelo con frecuencia, no es necesario hacer dos lavados y, si sois de las que os lo laváis a diario, con aplicar el champú sobre la raíz es suficiente, ya que notará menos los químicos del jabón. Además, para el pelo también es bueno darle un cuidado extra como los acondicionadores, los que le dan una flexibilidad natural, una mejor manejabilidad y un brillo perfecto.

Seguramente, muchas de vosotras, soléis maquillaros de manera diaria. Y es que el maquillaje es un gran aliado de la mujer: ayuda a mejorar el aspecto de la piel y del rostro en general.

Pero a pesar de esta rutina diaria, nadie nos ha enseñado cual es el proceso correcto a la hora de maquillarse,

por lo que,muchas cometemos errores sin siquiera saberlo.

Cómo esto puede provocar problemas en la piel, os presentamos los cinco hábitos de maquillaje más comunes que pueden ser perjudiciales para vosotras.
Algo muy común que todas hemos hecho alguna vez es compartir el maquillaje con alguna amiga, hermana, prima… Resulta muy normal, pero el hecho de compartir las barras de labio, delineadores, el polvo compacto o las brochas aumenta el riesgo de contraer infecciones virales como la conjuntivitis o las úlceras bucales.

Para vernos más guapas, algunas veces acudimos a los productos postizos. Como las pestañas. Éstas, que se adhieren con un pegamento, pueden irritar los ojos si las colocamos de manera incorrecta.
Con otro tema que seguro que también os vais a sentir identificadas es con el hecho de no desmaquillaros antes de ir a dormir. Muchas veces, al llegar cansada a casa, olvidamos retirar el maquillaje de manera adecuada. Esto, provoca que la piel tenga la oxigenación que necesita para repararse durante la noche, ya que los poros quedan obstruidos por el maquillaje. Algunas consecuencias de esto, pueden ser la irritación en los ojos, piel grasa, acné…

En cuarto lugar, tenemos que tener en cuenta las fechas de caducidad de nuestro maquillaje. De la misma manera que los alimentos, los cosméticos también tienen un tiempo de vida antes de que sus compuestos puedan llegar a ser dañinos. Si pasamos esta fecha, su composición puede sufrir cambios que pueden ser perjudiciales para la piel.
Finalmente, otra práctica de lo más habitual y perjudicial es aplicar delineador en la línea de agua. Los ojos, cómo otras partes del cuerpo, tienen bacterias que pueden actuar para bien o para mal, dependiendo del estímulo y la función. Al introducir un cosmético en la parte interna del ojo, podemos estar introduciendo bacterias que incrementen el riesgo de desarrollar infecciones.

Con todo esto, cabe apuntar que debemos tener mucho cuidado a la hora de aplicar nuestra rutina diaria en cuanto al maquillaje se refiere ya que, con pequeños actos cómo estos, podemos estar expuestas a grandes peligros.

Cuando el verano se acaba, nos damos cuenta que hemos cogido unos kilitos de más. Que si la paella, que si el helado, que si la cervecita… Y ahora es el momento en el que nos sentimos culpables y buscamos de cualquier forma deshacernos de ellos.

Pues bien, el Instituto Médico Europeo de la Obesidad ha avalado una dieta que permite adelgazar entre 3 y 5 kilos. Se trata de un plan de cuatro semanas que se basa en una dieta llevadera compatible con la vida laboral y social.
Este plan consta de tres fases diferenciadas. La primera de ellas, busca una pérdida de peso rápida. Durante una semana, deberemos dividir la semana con tres días depurativos (lunes, miércoles y viernes), dos días de régimen (martes y jueves) y un fin de semana pensado para lidiar con la vida social, pudiéndose comer de todo bajo las recomendaciones y las cantidades fijadas. En esta fase, se calcula que se puede llegar a perder unos 2 kg, dado que se consumen alimentos cómo el caldo, los cítricos y los garbanzos.

La segunda fase, por su parte, dura unas dos semanas. En ésta, hay tres días de régimen (lunes, miércoles y viernes), dos días depurativos (martes y jueves) y el fin de semana supone un descanso de la dieta con una alimentación variada y equilibrada. En esta fase, puede llegar a perderse hasta 3 kg, dado que se consumen alimentos como nueves, jamón ibérico, aceite de oliva, lentejas o yogur. Aunque estos son alimentos de lo más normales, la dieta también cuenta con cereales ricos en fibra y pescado azul.

La tercera y última de las fases, dura aproximadamente una semana y es la más importante de todas. Se centra en mantener el peso perdido, eliminando los días depurativos y ampliando la dieta con una serie de menús saludables y variados para toda la semana. Aunque no sea el objetivo, con esta fase se puede llegar a perder hasta 1kg. En esta fase se busca favorecer a la persona en todas sus vertientes, usando alimentos como el chocolate negro, las manzanas, o los frutos rojos.

Siguiendo los pasos de esta sencilla dieta, elaborando platos sanos y adecuados y haciendo un mínimo de ejercicio físico diario, en un mes seguro ves desaparecer que esos kilos de más del verano.