En México y en diversas zonas tropicales crece de forma natural esta maravillosa fruta. Uno de sus componentes principales que forma parte del fruto cuando está maduro, la papaína, es una enzima activa cuyos beneficios han sido estudiados y considerados óptimos para el cuidado de la piel, por su acción anti-inflamatoria y anti-séptica. Es también una rica fuente de nutrientes antioxidantes como los carotenos, vitamina C, flavonoides, vitaminas del grupo B, los minerales potasio y magnesio y fibra.  Por ello los extractos de papaya son incluidos en algunas fórmulas de jabón y suplementos alimenticios.

Los usos de este jabón y sus beneficios los exponemos a continuación:

El jabón de papaya tiene grandes propiedades exfoliantes, que son unas buenas aliadas para eliminar las células muertas de nuestra piel, rejuveneciendo las pieles más secas con tendencia escamosa. Por esta acción también es conocido su efecto beneficioso en el tratamiento del acné, ya sea en el rostro o en otras partes del cuerpo.

Una de las principales causas del acné es la obstrucción de los poros por las células muertas que no son debidamente eliminadas. Las personas cuya piel es grasa y con exceso de sebo tienen problemas para que la exfoliación natural de su piel se dé con normalidad, por ello deberían tener especial cuidado en realizar a diario una exfoliación suave que respete su piel y aporte la suficiente oxigenación e higiene. El Jabón de papaya es una muy buena opción para desempeñar esta rutina.

Aunque no hay suficientes estudios clínicos al respecto, se suele usar de forma regular el jabón de papaya para aclarar la piel de forma progresiva o bajar el color de algunas manchas solares. Algunos de estos jabones se comercializan bajo esta afirmación. Su acción es más natural que en el caso de las cremas blanqueadoras químicas, su efecto exfoliante limpia las capas superficiales de la piel, en ocasiones dañadas por el sol, descubriendo capas dérmicas más claras o luminosas. Su aporte de vitamina A logra crear además un efecto protector.

Se conoce también otra aplicación, que ahora en verano puede sernos muy útil. La papaína es capaz de reducir la inflamación, la picazón y mitigar el dolor de la mayoría de picaduras de insectos. Lavar la piel afectada con este jabón aliviará de forma casi inmediata las molestias que nos suelen causar estas picaduras.

Son muchas más las aplicaciones con las que podemos usar la papaya, tanto para el cuidado de la piel como para nuestra salud, es una joya que nos ofrece la naturaleza y de la que podemos disfrutar siendo conscientes de que en algunas personas puede producir alergia, por ello es recomendable realizar una pequeña prueba cutánea antes de la primera aplicación.

Las zonas corporales del cuello y el escote tienen una característica común, su epidermis es especialmente delgada por lo que los signos de envejecimiento como por ejemplo las arrugas, la flacidez, la sequedad y los surcos, sean más visibles y pronunciados que por ejemplo en el rostro.

Normalmente la mayoría de mujeres tratan de cuidar la piel del rostro en sus rutinas diarias de belleza, descuidando estas zonas, también visibles, del cuello y el escote.

Realizando una serie de cambios en estas rutinas se podría prevenir en gran medida la aparición de estos molestos signos en la epidermis, a continuación los detallamos:

Acuérdate de tu cuello y escote siempre que cuides el rostro: Cuando estamos tratando uno se debería cuidar de igual manera el otro, utilizando y aplicando los mismos productos como pueden ser el tónico, el sérum, la crema hidratante, las mascarillas e incluso los exfoliantes. Todos estos cuidados ayudarán a que la piel del cuello se mantenga en las mejores condiciones y se vea protegida de las arrugas. Utiliza productos cosméticos que contengan activos antioxidantes que combaten los radicales libres, ya que estos son los principales causantes del envejecimiento prematuro.

Siempre hidratado: En las zonas de las que estamos hablando hay un menor número de glándulas sebáceas en comparación con el rostro, por tanto hay un mayor riesgo de sufrir sequedad e irritación. Incluyendo el cuello y el escote en la rutina de hidratación diaria, por la mañana y por la noche, lograremos una piel más tersa, elástica y flexible.

Protegernos del sol: Parece repetitivo porque es en lo que más se insiste en muchos de los consejos de belleza pero es que es realmente importante tenerlo muy en cuenta. Proteger toda la piel que está expuesta a los rayos UVA y UVB es necesario para prevenir todo tipo de daños como quemaduras, arrugas, manchas, etc..

Escoge un buen producto que realmente sea eficaz en su cometido. En el día a día el FPS de 30 es quizás suficiente para la mayoría de personas, si vas a exponerte al sol durante varias horas necesitarás mayor protección.

Escoge tu posición para dormir: Este es un simple consejo que para ciertas personas puede ser difícil de seguir, ya que una suele dormir en la posición en la que se siente más cómoda. Lo más recomendable para prevenir las arrugas en el cuello y el escote es dormir en decúbito supino, es decir, mirando hacia arriba con la espalda totalmente apoyada en el colchón. En la posición de lado se producen una serie de pliegues que en un futuro conformarán las posibles arrugas. Existen almohadas e incluso ropa interior que protegen estas zonas al dormir, pero es quizás más eficaz modificar la posición para dormir el mayor tiempo posible boca arriba.

Consciencia corporal: Intenta durante la mayor parte del día ser consciente que posiciones adopta tu cuerpo y de cuáles quizás estás abusando. Se suele pasar muchas horas mirando hacia abajo, ya sea por ver el móvil o el ordenador. El hecho de repetir movimientos o mantenernos mucho rato en ciertas posiciones que provocan los pliegues en la piel, favorece que las arrugas de marquen de una forma más intensa y empeorarán las condiciones de la piel. Intenta levantar la cabeza, estirar el cuello e ir cambiando de posición durante el día.

 

Estos consejos sencillos juegan un papel importante para prevenir las arrugas en la zona del cuello y el escote así como para mejorar nuestra apariencia y bienestar. Hemos de valorar que con tan sólo unos pocos minutos diarios dedicados a nutrir la piel y a ser conscientes de lo que puede perjudicarla nos permitirán disfrutar de unos resultados por muchos años.

Se llaman aguas termales a las aguas minerales que salen del suelo con una temperatura de más de 5 °C en comparación con la temperatura superficial. Estas aguas se generan al penetrar el agua de la lluvia en grietas y fallas naturales llegando a capas subterráneas de la Tierra que tienen una temperatura más elevada, su composición se ve afectada por este hecho siendo rica en minerales y CO2.

Sus usos medicinales y terapéuticos tales como baños, inhalaciones, irrigaciones, etc.. Aprovechan estos componentes aportándonos útiles beneficios para nuestro bienestar. La profundidad a la que esta agua se ha nutrido también ayuda a que sea un agua extremadamente pura y libre de contaminantes y bacterias.

La OMS ya en el 1986 reconoció el uso de las aguas termales para finalidades médicas, otorgándole un valor que se confirma con la tradición.

A continuación te explicamos los diferentes tipos de aguas termales según sus características y composición:

Las aguas Magmáticas: su temperatura puede llegar a más de 50ºC y por ello cuentan con una gran cantidad de minerales, sobre todo nitrógeno, boro, arsénico, bromo, fosforo o cobre.

Las aguas Telúricas: Brotan a menor temperatura que las primeras y contienen sales, bicarbonato y cloruros. Dentro de las Telúricas, a su vez, hay diferentes tipos según su temperatura:

  • Aguas frías: están a menos de 20º grados.
  • Las hipotermales: Las que están entre los 20º y los 35º grados
  • Las mesotermales o calientes: Su temperatura ronda entre los 35º y 45º grados
  • Las aguas hipertermales: Estarán entre los 45ºC y 100ºC
  • Las aguas supertermales en 100ºC y 150ºC.

Si nos fijamos en su composición, según el tipo y cantidad de minerales que contengan, las aguas termales pueden ser:

 

Aguas sulfuradas o sulfurosas: Se caracterizan por tener un alto contenido en azufre, podríamos decir que se trata de un agua ácida y se suele utilizar en tratamientos dérmicos como en  la psoriasis, infecciones u otras dermatitis. Se caracteriza especialmente por su fuerte olor y su sabor es un poco salado.

Aguas ferruginosas: Su nombre nos indica que su composición contiene hierro, por lo que son recomendables para carencias de hierro, problemas dérmicos y dietas para adelgazar, por sus efectos tonificantes. Utilizada para mejorar los estados carenciales que cursan con astenia o debilidad, como por ejemplo anemias .Se caracteriza por tener un color rojizo.

Aguas cloradas: Una buena opción para tratar trastornos digestivos y en tratamientos que regulan la secreción sebácea de la piel.

Aguas ricas en cobre: Su acción es una gran aliada en la síntesis de colágeno y queratina, teniendo además una importante acción antiinflamatoria.

Aguas que contienen calcio y magnesio: Conocidos minerales que actúan como protectores y revitalizantes de la piel.

Aguas con zinc: Estas son quizás unas de las mejores aguas para tratar el exceso de grasa e incluso la sequedad del cuero cabelludo causante de la caspa.

Aguas carbonatadas: Con un rico contenido en CO2, bicarbonato de sodio, calcio, cloro o azufre son idóneas para beber si son de baja mineralización, recomendadas para mejorar los síntomas de los problemas gástricos como la acidez.

Tras conocer la clasificación general de las diferentes aguas termales es bueno también conocer los principales beneficios del tratamiento con estas ricas aguas que la naturaleza nos ofrece y los profesionales se encargan de que la podamos disfrutar.

Cuando pensamos en aguas termales podemos relacionarlas con baños en balnearios pero tenemos que tener presente que también podemos adquirir sus beneficios mediante la inhalación e incluso la bebida.

Cuando nos proponemos utilizar las aguas termales para sentirnos mejor, estimulamos la oxigenación del organismo, mejoramos la circulación de la sangre y purificamos nuestro cuerpo eliminando toxinas y gérmenes. La alta temperatura del agua ayuda a que podamos absorber los múltiples minerales a través de nuestra piel, el metabolismo se ve mejorado y la digestión se hace más ligera, al mismo tiempo que disfrutamos de un estado de relajación muy placentero gracias a la liberación de endorfinas.

Son tan destacados los múltiples beneficios de estas aguas que cada vez más los laboratorios cosméticos las utilizan en la composición de sus productos logrando aportar a la piel un equilibrio inmejorable, sobretodo en pieles sensibles. Nos aporta frescura y energía en la piel, al mismo tiempo que relaja y calma las irritaciones.

Además nos ofrecen utilidades muy prácticas que se conocen poco, ¿Sabías que pueden lograr que tu maquillaje sea más duradero?

Podemos usar el agua termal en cualquier momento del día incluso estando maquilladas, pulverizada sobre el rostro puede convertirse en un fijador ideal.

El verano es un muy buen momento para conocer todas posibilidades de estas aguas tan especiales, cuando lo hagas seguro que conviertes el agua termal en una de tus grandes aliadas para sentirte bien.

El pelo es algo importante para sentirnos bellas y glamurosas y tenerlo sano y luminoso a veces resulta algo difícil.

Si utilizamos muy a menudo el secador, la plancha o las tenacillas, si acostumbramos a teñirlo de forma regular o no conocemos cuáles son los productos que más respetan nuestra cabellera, podemos estar dañando seriamente nuestro pelo.

Los expertos en esta materia exponen en sus estudios cuál es la composición del cabello, tanto interna como externa y nos explican que es aquello que más puede afectar y provocar que se altere perdiendo hidratación y luminosidad.

A continuación exponemos una serie de recomendaciones para evitar estas alteraciones:

Prevenir y evitar la oxidación: Los minerales de el agua de mar, los cloros de las piscinas junto con los rayos de sol causan importantes daños en el cabello que se reflejan en las puntas abiertas, la deshidratación, la opacidad, etc..

Beber agua suficiente y comer alimentos saludables: El pelo está compuesto en su mayoría por agua y es esencial que el organismo se la pueda aportar, así como los nutrientes que provienen de la alimentación, de forma natural para que sus procesos fisiológicos sean los adecuados.

La humedad es necesaria: El cabello internamente, como decíamos, está formado por una gran cantidad de agua. En su parte externa también necesita de cierta humedad y es por ello que la busca aunque se le apliquen productos específicos. Hay personas que tienen más tendencia al Frizz que otras, seguramente si tienes el pelo rizado y utilizas con frecuencia las planchas habrás notado que al salir a la calle el pelo vuelve a su estado natural, con mayor o menor celeridad. Esto es debido a que limitando la humedad interna con las herramientas térmicas, el pelo tiene sus mecanismos para buscar la externa y encontrar cierto equilibrio.

 

Evita ciertos errores que repercuten directamente en la salud del cabello:

No deberíamos dormir con el pelo recogido: Si lo ves necesario es más adecuado hacerlo con una trenza ya que de esta manera evitamos que sufra y se debilite la raíz por la tensión que produce la goma.

No se deben usar herramientas térmicas cuando el pelo aún está húmedo: Es necesario asegurarse de que está completamente seco e incluso esperar un poco cuando lo parezca, ya que por dentro tarda un poco más incluso, en lograr el estado ideal.

No olvides usar acondicionador o mascarilla con regularidad: Su función de hidratación y sellado de puntas es clave para evitar roturas y sequedad. En el caso que tengas un pelo graso utiliza estos productos desde la parte media del cabello hacia las puntas, si por el contrario tienes el pelo seco puedes utilizarlo desde la raíz.

Evita el cepillado cuando el pelo aún está mojado: En este estado el cabello es más delicado y frágil. Sería adecuado cepillarlo antes de la ducha o el baño y esperar a que esté completamente seco para cepillarlo de nuevo evitando posibles daños.

En esta época del año nuestro cuerpo está más expuesto que nunca, muchas de las prendas que llevamos dejan al descubierto nuestros brazos. Y aunque no lo parezca esta es una zona corporal que preocupa a muchas mujeres, en la que la grasa tiende a acumularse con el paso de los años y la flacidez se produce, en parte, debido a que la piel va perdiendo sus propiedades entre ellas el colágeno. Como ya hemos hablado en anteriores ocasiones el colágeno es el encargado de dar consistencia y rigidez a los tejidos cutáneos, por tanto cuando disminuye su producción y efectividad la elasticidad en los brazos se resiente.

Otras de las causas de la flacidez pueden ser también la pérdida de peso o la falta de tonicidad muscular por no practicar ningún ejercicio. Si es ésta una parte de tu cuerpo que te gustaría mejorar, a continuación te proponemos algunos consejos para evitar o eliminar la flacidez en los brazos.

Es importante ser muy constante y aunque no veamos resultados a corto plazo no perder la fuerza de voluntad y realizar la rutina de ejercicios diariamente mientras mantenemos unas pautas de alimentación saludable.

La alimentación más adecuada cuando queremos mejorar el estado de nuestra musculatura debería incluir proteínas. Las encontramos en las carnes magras, en el pescado con su rico Omega-3, en los huevos, algunos lácteos e incluso en las legumbres cuando las combinamos con algún cereal. Sería necesario incorporar estas proteínas en nuestra dieta cada día para lograr un aporte óptimo que repercuta en el estado de nuestros músculos. Substituiremos las grasas saturadas por las vegetales, con ácidos grasos insaturados, que se encuentran en el aceite de oliva, los frutos secos, el aguacate…que son beneficiosas para nuestra salud.

En cuanto al tipo de ejercicio más adecuado para combatir la flacidez en los brazos son sin duda los ejercicios de fuerza y resistencia. Estos ejercicios nos ayudarán a lograr un efecto reafirmante.

El material para realizar los ejercicios más sencillos en nuestra casa, son básicamente pesas de dos a diez kilos, según nuestro estado físico, y cintas elásticas que nos ofrecerán una amplia variedad de posibilidades. En los gimnasios también existe múltiple maquinaria que ya está preparada para realizar ejercicios de tonificación, consulta a tu preparador físico que te aconsejará cuales son los más adecuados.

Te ofrecemos dos ejemplos de lo que podrías empezar ya a realizar en tu propia casa:

  • De pie con las piernas abiertas al nivel de nuestras caderas, sostendremos con los brazos estirados y situados a cada lado de nuestro cuerpo, una pesa en cada mano. Manteniendo los codos pegados al cuerpo, levantamos las pesas (dejando las palmas de las manos mirando hacia abajo) hasta dejar el brazo paralelo al suelo. Sería adecuado realizar tres series de diez repeticiones.
  • En posición estirada en el suelo mirando hacia arriba, con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo, extenderemos los brazos perpendicularmente a nuestro cuerpo, sostendremos una pesa en cada mano y doblando cuidadosamente los codos subiremos y bajaremos las pesas hasta que queden paralelas a nuestro cuerpo. Realizaremos dos series de diez repeticiones.

No nos podemos olvidar también de cuidar la piel de nuestros brazos al igual que haríamos con otras partes de nuestro cuerpo. Deberíamos exfoliar para eliminar las células muertas logrando que quede la piel más tersa y luminosa e hidratar adecuadamente ya que una piel poco hidratada y reseca tiende a envejecer de forma prematura y pierde firmeza.

Por último existen también algunos trucos para combatir la flacidez como la estimulación circulatoria gracias a las duchas de agua fría, el uso de cremas reafirmantes que eliminan la grasa de la parte interna y la aplicación de mascarillas o arcillas que mejoran el aspecto de la dermis.

Siguiendo estos consejos y con la constancia adecuada lograrás unos brazos definidos, tonificados y podrás decir adiós a la flacidez.

Todos sabemos que beber agua es imprescindible para nuestro organismo. Tanto desde el punto de vista alimenticio como el puramente vital ya que los humanos no podríamos vivir sin agua, en un caso extremo podríamos estar varios días sin comer ninguna clase de alimento pero nuestro organismo se vería gravemente dañado si pasáramos tan sólo tres días sin beber agua.

Nuestro cuerpo está formado por agua entre un 55% y 78% del total de masa corporal, dependiendo de nuestro peso, altura….Podríamos decir que el agua es nuestra gasolina sin la cual dejamos de funcionar.

Otro dato, quizás menos conocido, es que nuestra sangre está formada en un 83% por agua. Estos son datos que nos corroboran la importancia de beber agua suficiente durante el día aunque en ocasiones nos tengamos que forzar a ello por la falta de sensación de sed. La sangre es el vehículo de los nutrientes logrando que estos lleguen a las células, es básico que las condiciones de este vehículo estén en perfecto estado.

Los especialistas recomiendan beber entre 1 litro y litro y medio de agua al día. Es preferible beber agua pero también se pueden tomar zumos naturales. Ahora en verano también hay muchas frutas y verduras que te pueden aportar agua en su composición, como los cítricos, el pepino, la sandía y el melón, por lo que la cantidad es relativa.

 

La sensación de sed de cada persona depende de varios factores: el medio dónde vive, la masa corporal, la estación del año….y los alimentos ingeridos. Si se comen alimentos con un alto contenido en sal la sensación de sed es más elevada y mayor la necesidad de beber e hidratarse.

A parte de mantener la hidratación necesaria para el cuerpo, beber agua es también un gran aliado para nuestra belleza. Entre otros, estos son unos cuantos factores que el agua puede hacer para que nos veamos mejor:

– En ocasiones confundimos la sensación de sed con hambre. Si bebemos el agua suficiente no hemos de picar entre horas snacks poco saludables.

– El agua no nos aporta calorías. Tendríamos que evitar tomar refrescos en substitución del agua ya que estos nos aportan calorías vacías que repercuten directamente en la acumulación de grasas.

 – El cuerpo tiene tendencia a retener líquidos cuando detecta cierta deshidratación. Por lo que beber entre 6 y 8 vasos de agua al día, procurando que el primer vaso se tome en ayunas, evita radicalmente la retención de líquidos.

El agua es vida y por tanto la hemos de considerar algo imprescindible para estar y sentirnos bien, acostumbrarnos a beber agua durante el día aunque puede ser costoso en algunos casos, merece la pena esforzarnos para que sea una rutina, los resultados no te dejarán indiferente.

Todos sabemos los daños que el verano y los efectos del sol pueden producir en nuestra piel, por ello es importante prepararla para prevenir y evitar los factores que la envejecen y perjudican. Existen tratamientos médicos y estéticos muy recomendables para este fin.

Debemos ser previsores y buscar el equilibrio entre belleza y salud. Cuidarnos frente al sol es algo primordial y que hay que saber hacer, a continuación os hablamos de ello.

Los principales errores que solemos cometer suelen tener relación con el uso de las cremas solares. No acostumbramos a aplicarlo con 30 minutos de antelación, que sería lo correcto, tampoco acostumbramos a repetir la aplicación al cabo de tres o cuatro horas o al salir del agua. Algo importante también es saber cuál es el factor de protección más adecuado a nuestro tipo de piel, algo sobre lo que nos tenemos que asesorar por nuestro dermatólogo.

Para evitar a largo plazo las manchas, las alergias, los melanomas e incluso el fotoenvejecimiento de la piel en el que se alteran las fibras de colágeno, hemos de utilizar la protección más alta en los primeros días de exposición solar y evitar las horas centrales del día.

Este es una de los hábitos principales que deberíamos conocer, pero hay otros no menos importantes para mantener la salud de nuestra piel:

 

 

Para evitar la obstrucción de los poros, limpiar, cuidar y nutrir la piel por la mañana y por la noche.
Ducharnos para eliminar la sal y el cloro de nuestra piel.
Usar ropa de algodón que ayude a nuestra piel a transpirar y a poder ser que sean prendas de color claro.
Conocer cual es el estado saludable de nuestra piel y verificar regularmente que no tenemos daños causados por la exposición solar.

En cuanto a los productos cosméticos que usamos con regularidad el resto del año, en verano hemos de ser especialmente precavidos con los más agresivos para nuestra dermis. Evitaremos irritaciones en la piel si usamos con moderación y por la noche productos anti aging con retinol, cremas despigmentantes, cremas depilatrorias o incluso perfumes que pueden llegar a manchar la piel.
Igual sucede con el maquillaje, se recomienda cambiar el maquillaje habitual por un fotoprotector con algo de color y repetir la aplicación de protección solar cada 2 horas.

En cuanto a los hábitos saludables, en verano, hacer deporte también se debe practicar con moderación y en las horas en que no haya peligro de quemaduras o deshidratación. La alimentación nos tendría que aportar energía y vitalidad así como hidratación extra. Evitaremos los alimentos procesados, las grasas saturadas y los refinados. Por supuesto, el sueño es algo primordial para la piel, dormir 8 horas como mínimo nos garantiza una piel descansada y luminosa.

Todos estos consejos y la constancia te ayudarán a disfrutar de un verano saludable para tu piel y tu belleza.

Las conocidas dietas hipocalóricas son seguidas por miles de personas pero ¿son éstas una buena opción para perder peso?

Se han pautado dietas hipocalóricas para personas que buscan adelgazar, dietas de 1200 Kcal, 1000 Kcal o incluso de 800 Kcal, es necesario conocer si realmente son una opción saludable para bajar de peso.

 ¿Cuáles son los principales inconvenientes de este tipo de dietas?

Centradas únicamente en las calorías que se ingieren dejan a un lado algo tan importante a tener en cuenta como los alimentos, escoger aquellos que más nos convienen y restringir aquellos que no nos aportan ningún beneficio.

A nivel fisiológico el cuerpo reacciona ante este tipo de dietas de una forma concreta para ralentizar el metabolismo con el objetivo de reservar la poca a energía con la que contamos. Si se sigue esta dieta durante un periodo de tiempo prolongado el cuerpo pone en marcha el mecanismo que nos permitiría sobrevivir en épocas de escasez de alimentos. El organismo que se ve sometido a estas restricciones crea enzimas que se encargan de almacenar grasas como reserva energética y se reducen las enzimas que digieren la grasa.

Por todo ello es fácil entender que se dé  en la mayor parte de ocasiones el efecto rebote, en el momento en que se inicia de nuevo la alimentación normocalórica, ya que se almacenaran más grasas de lo normal al haber modificado nuestro metabolismo.

Otro inconveniente importante es que al darle a nuestro organismo menos energía de la que necesita también estamos perdiendo nutrientes esenciales y generando una señal de estrés. Se pueden producir carencias nutricionales, con sus consiguientes desequilibrios hormonales y generación de cortisol, que si se mantienen el tiempo es posible que sean causantes de enfermedades, junto a la sensación de cansancio y fatiga.

Normalmente estas dietas hipocalóricas reducen en gran medida la ingesta de proteínas lo que producen una pérdida importante de masa muscular y por ello podamos ver que perdemos peso, pero eso es tan sólo una ilusión ya que no lo hacemos con la grasa sino con el músculo.

Una buena dieta de adelgazamiento tiene que ser respetuosa con la salud en su globalidad, evitar perjudicar la fisiología y los sistemas corporales, deberíamos olvidarnos de lograr nuestros objetivos de forma casi inmediata.

Tras ver lo que no nos conviene vale la pena comentar que sería lo más adecuado si queremos perder peso de forma saludable.

Se ha demostrado que lo más eficaz para perder peso a largo plazo y mantenernos es escoger un patrón de alimentación saludable, de una forma consciente, evitando las restricciones extremas que pueden producirnos ansiedad y frustración. No es cuestión, por tanto, de escoger una dieta en concreto sino procurar que nuestra alimentación diaria no suponga un sacrificio y podamos mantenerla durante largos períodos de tiempo llegando incluso a instaurarse como nuestra elección vital.

Ser críticos y conscientes de lo que cada tipo de alimento nos aporta, descubrir los engaños publicitarios que intentan hacer saludables alimentos vacíos en nutrientes y adquirir los hábitos alimentarios adecuados son las claves para tener salud y nuestro peso ideal.

Para finalizar os dejamos una serie de recomendaciones en esta dirección:

– Evitar los alimentos ultraprocesados, como refrescos, galletas, cereales azucarados, snack, embutidos, alimentos precocinados….

 – Apostar para que nuestra alimentación contenga cuantos más vegetales mejor. Que las principales comidas del día estén compuestas por verduras, hortalizas, frutas y legumbres.

– Beber agua e hidratarnos evitando los refrescos, los zumos o jugos azucarados e incluso las bebidas como la cerveza o cualquier tipo de alcohol.

– Comer alimentos saciantes buscando la sensación de estar satisfechos con una menor cantidad de alimento. Unos ejemplos de este tipo de alimento son los frutos secos, las legumbres, los cereales integrales, las patatas, el aguacate….

Escoger una alimentación saludable es siempre la mejor opción, y la más fácil de mantener a largo plazo. Hay que evitar pasar hambre, ya que comer debe ser algo satisfactorio, y eso se puede lograr escogiendo los alimentos adecuados.

Las tendencias que arrasaban hace unos años en las que la depilación masculina era casi imprescindible están siendo aparcadas por la comodidad y la naturalidad del look hippy o leñador. El lucir barbas cuidadas, brazos y pechos con pelo es la última moda pero a pesar de ello, son aún muchos los hombres que ya sea por el deporte o por preferencias estéticas optan por la depilación para aminorar los efectos del calor y lucir su cuerpo de acuerdo a su propio estilo.

Los hombres suelen depilarse el abdomen, la espalda y las piernas aunque también pueden necesitar tratar los brazos, los genitales o las axilas. Por la amplitud de las zonas depiladas y la sensibilidad dérmica es importante saber cuál es el mejor método para tener la piel libre de vello. Escoger el más adecuado adoptándose a tus necesidades es una garantía de éxito.

La mayoría de hombres que se depilan por primera vez suelen escoger la cuchilla o la maquinilla ya que les permite tener el control durante el tratamiento, es sencillo de realizar e indoloro, no supone un coste importante y se puede hacer cómodamente en casa. Aunque parecen todas ventajas tiene también sus inconvenientes, al crecer de nuevo el vello en poco tiempo, hace que se tienda a abusar de estos métodos con lo que la piel puede acabar sufriendo irritaciones y/o cortes accidentales. También es habitual que se vaya endureciendo el vello con lo que cada vez puede ser un poco más difícil lograr un acabado perfecto.

El método, quizás más antiguo, de la cera fría o caliente es un método que arranca el pelo de raíz con lo que se logra alargar el tiempo antes de que vuelva a crecer. No suele ser la manera escogida por los hombres ya sea porque es un método algo doloroso o porque no es fácil poder llevarlo a cabo uno mismo en casa. La principal ventaja es que el pelo no se endurece ni aumenta su densidad por muchos que sean los años que se lleve usando.

El siguiente método que queremos comentar es el de la crema depilatoria. Tiene las mismas ventajas de la cuchilla con la diferencia que evitas en el 100% de las ocasiones los cortes accidentales. Es importante extenderla de manera uniforme por la zona que se quiera depilar esperar los minutos que las instrucciones del producto indiquen y retirarla con una espátula. El vello no se quita de raíz por lo que pronto vuelve a crecer y crece más resistente y endurecido.

Otro de los métodos te ofrece una forma de depilación sencilla y que puede mantener sus efectos durante unas tres semanas al extraer el vello desde la raíz. Este método es el de la depilación con maquinilla eléctrica. Las principales ventajas son que es sencillo de usar, cómodo y rápido. En el mercado existe una a gran variedad de máquinas con sus respectivas características, es interesante encontrar aquella que mejor se adapte a tus necesidades.

Por último te hablamos de la depilación láser. Su funcionamiento es altamente eficaz ya que su luz, aplicada directamente sobre la piel, destruye el folículo, con lo que el pelo se va volviendo cada vez más fino y débil hasta que llega a desaparecer. Al ser un tratamiento que ofrece resultados permanentes suele ser de los más solicitados.

Se puede trabajar en múltiples zonas y los resultados son variables según las zonas a tratar, en las ingles, las axilas, las piernas y los antebrazos, zonas en las que el sistema hormonal no está implicado, los resultados están altamente garantizados en cortos períodos de tiempo. Si se quiere tratar zonas como la región lumbar, la espalda, el tórax el cuello y el rostro, es recomendable realizar un seguimiento cada seis meses.

En los centros de estética donde se usa este método están de acuerdo en afirmar que los hombres lo prefieren en su mayoría por sus excelentes resultados y por ser una técnica prácticamente indolora. Otra de sus ventajas es que se puede usar en cualquier parte del cuerpo incluso zonas sensibles en las que otros sistemas son algo molestos, como en la zona genital o facial (para reducir la densidad de la barba).

Escoger cuál es tu método preferido para obtener la depilación perfecta se consigue con información y probando diferentes opciones para poder valorar, con la experiencia, con cual se obtienen los mejores resultados y se logran cubrir mejor las necesidades personales.

En la estación del año que estamos a punto de finalizar, la primavera, se realizan un 30% más cirugías de estética que en el resto del año, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.

En los meses previos al verano son muchas las personas que desean mejorar alguna parte de su cuerpo con la que no están plenamente conformes, o simplemente se han hecho algún retoque. Las operaciones más habituales son las liposucciones y el aumento de pecho y en cuanto a las intervenciones en el rostro las que son más demandadas son los liftings, las rinoplastias y las otoplastias.

En las intervenciones citadas los cuidados postoperatorios no son excesivamente molestos pero si, en algún caso, requieren de unos vendajes o fajas especiales que la persona deberá llevar por algún tiempo, como es el caso de la rinoplastia y la liposucción. Con la llegada del calor estos cuidados se hacen más incómodos y la cicatrización se ve afectada en sus procesos.

La mayoría de marcas tras la operación aparecen al cabo de un mes y se van volviendo rosadas y adquiriendo cierto volumen, lo cual entra dentro de la normalidad. La principal precaución que se debe tener es mantener estas marcas libres de la humedad propia del sudor y de los rayos directos de sol, intentando protegerlas con la ropa, que las cubra en su totalidad, durante los primeros 15 días.

Otra de las consecuencias visibles en la piel tras la cirugía son los morados o hematomas postquirúrgicos. Estas pequeñas lesiones de coloración oscura también deben protegerse frente al sol ya que la exposición podría dañar el tejido dérmico, alterando la coloración normal de la persona.

Tanto las manchas como los hematomas desaparecen sin tratamiento específico en un tiempo aproximado de entre tres y cinco semanas. Por ello es muy importante seguir esta recomendación y ser pacientes en cuanto a la exposición solar, intentando evitarla en la zona tratada, para poder disfrutar en un período relativamente corto de los resultados de la cirugía estética.

Si es el caso de que nuestra intervención se ha realizado durante los meses de abril o mayo, lo más probables que en julio ya podamos ir a la playa con las limitaciones normales en cuanto a la exposición solar, evitar las horas de más radiación, usar siempre protección solar, etc….

Pero si se ha retrasado un poco, deberemos tener muy presentes las recomendaciones y cuidados que nos haga el especialista para evitar problemas en la cicatrización.