Se llaman aguas termales a las aguas minerales que salen del suelo con una temperatura de más de 5 °C en comparación con la temperatura superficial. Estas aguas se generan al penetrar el agua de la lluvia en grietas y fallas naturales llegando a capas subterráneas de la Tierra que tienen una temperatura más elevada, su composición se ve afectada por este hecho siendo rica en minerales y CO2.
Sus usos medicinales y terapéuticos tales como baños, inhalaciones, irrigaciones, etc.. Aprovechan estos componentes aportándonos útiles beneficios para nuestro bienestar. La profundidad a la que esta agua se ha nutrido también ayuda a que sea un agua extremadamente pura y libre de contaminantes y bacterias.
La OMS ya en el 1986 reconoció el uso de las aguas termales para finalidades médicas, otorgándole un valor que se confirma con la tradición.
A continuación te explicamos los diferentes tipos de aguas termales según sus características y composición:
Las aguas Magmáticas: su temperatura puede llegar a más de 50ºC y por ello cuentan con una gran cantidad de minerales, sobre todo nitrógeno, boro, arsénico, bromo, fosforo o cobre.
Las aguas Telúricas: Brotan a menor temperatura que las primeras y contienen sales, bicarbonato y cloruros. Dentro de las Telúricas, a su vez, hay diferentes tipos según su temperatura:
- Aguas frías: están a menos de 20º grados.
- Las hipotermales: Las que están entre los 20º y los 35º grados
- Las mesotermales o calientes: Su temperatura ronda entre los 35º y 45º grados
- Las aguas hipertermales: Estarán entre los 45ºC y 100ºC
- Las aguas supertermales en 100ºC y 150ºC.
Si nos fijamos en su composición, según el tipo y cantidad de minerales que contengan, las aguas termales pueden ser:
Aguas sulfuradas o sulfurosas: Se caracterizan por tener un alto contenido en azufre, podríamos decir que se trata de un agua ácida y se suele utilizar en tratamientos dérmicos como en la psoriasis, infecciones u otras dermatitis. Se caracteriza especialmente por su fuerte olor y su sabor es un poco salado.
Aguas ferruginosas: Su nombre nos indica que su composición contiene hierro, por lo que son recomendables para carencias de hierro, problemas dérmicos y dietas para adelgazar, por sus efectos tonificantes. Utilizada para mejorar los estados carenciales que cursan con astenia o debilidad, como por ejemplo anemias .Se caracteriza por tener un color rojizo.
Aguas cloradas: Una buena opción para tratar trastornos digestivos y en tratamientos que regulan la secreción sebácea de la piel.
Aguas ricas en cobre: Su acción es una gran aliada en la síntesis de colágeno y queratina, teniendo además una importante acción antiinflamatoria.
Aguas que contienen calcio y magnesio: Conocidos minerales que actúan como protectores y revitalizantes de la piel.
Aguas con zinc: Estas son quizás unas de las mejores aguas para tratar el exceso de grasa e incluso la sequedad del cuero cabelludo causante de la caspa.
Aguas carbonatadas: Con un rico contenido en CO2, bicarbonato de sodio, calcio, cloro o azufre son idóneas para beber si son de baja mineralización, recomendadas para mejorar los síntomas de los problemas gástricos como la acidez.
Tras conocer la clasificación general de las diferentes aguas termales es bueno también conocer los principales beneficios del tratamiento con estas ricas aguas que la naturaleza nos ofrece y los profesionales se encargan de que la podamos disfrutar.
Cuando pensamos en aguas termales podemos relacionarlas con baños en balnearios pero tenemos que tener presente que también podemos adquirir sus beneficios mediante la inhalación e incluso la bebida.
Cuando nos proponemos utilizar las aguas termales para sentirnos mejor, estimulamos la oxigenación del organismo, mejoramos la circulación de la sangre y purificamos nuestro cuerpo eliminando toxinas y gérmenes. La alta temperatura del agua ayuda a que podamos absorber los múltiples minerales a través de nuestra piel, el metabolismo se ve mejorado y la digestión se hace más ligera, al mismo tiempo que disfrutamos de un estado de relajación muy placentero gracias a la liberación de endorfinas.
Son tan destacados los múltiples beneficios de estas aguas que cada vez más los laboratorios cosméticos las utilizan en la composición de sus productos logrando aportar a la piel un equilibrio inmejorable, sobretodo en pieles sensibles. Nos aporta frescura y energía en la piel, al mismo tiempo que relaja y calma las irritaciones.
Además nos ofrecen utilidades muy prácticas que se conocen poco, ¿Sabías que pueden lograr que tu maquillaje sea más duradero?
Podemos usar el agua termal en cualquier momento del día incluso estando maquilladas, pulverizada sobre el rostro puede convertirse en un fijador ideal.
El verano es un muy buen momento para conocer todas posibilidades de estas aguas tan especiales, cuando lo hagas seguro que conviertes el agua termal en una de tus grandes aliadas para sentirte bien.