Si quieres rejuvenecer tu mirada, la blefaroplastia es un procedimiento sencillo de cirugía estética que logra unos resultados realmente sorprendentes.

En la delicada zona del contorno de los ojos, el paso de los años va dejando muestras de envejecimiento dérmico a través de la aparición de bolsas y en la pérdida de elasticidad en los párpados, lo cual provoca arrugas y exceso de piel que los cosméticos apenas pueden solucionar.

En ocasiones estos efectos pueden ser causados también por factores genéticos, por lo que pueden aparecer de forma prematura en mujeres y hombres jóvenes.
Decididamente la blefaroplastia es la solución más eficaz y definitiva para afrontar este problema estético que acompleja a muchas personas.
Es un procedimiento quirúrgico sencillo que se suele realizar con anestesia local y sedación. En ocasiones el paciente en lugar de realizar solo este tratamiento, aprovecha bajo recomendación médica, practicar en ese mismo momento otras técnicas de lifting complementarias.

Podríamos concretar diciendo que existen dos tipos de blefaroplastia distintos:

– La superior: en la que se tratan los pliegues del párpado móvil. Suele tener una duración de tan solo 20 minutos, vaciando los compartimentos intradérmicos y del músculo orbicular, el cual se ocupa del cierre de los párpados. La técnica estética se ocupa de tensar nuevamente dicho músculo tras la intervención.

– La inferior: dónde se trabaja en la eliminación de las bolsas, abordando el problema por dentro del párpado inferior para evitar las cicatrices externas. Consiste en suprimir el exceso de grasa de los paquetes orbitarios inferiores.

En ambas se procura eliminar el exceso de grasa y de tejido sobrante de piel que rodea los ojos. Tras esta intervención se garantiza un nuevo aspecto facial, recuperando luminosidad en la mirada y eliminando la sensación de mirada cansada. Por eso es recomendable realizar el tratamiento de manera temprana ya que así se evita que los efectos tardíos sean demasiado evidentes.

Las personas que se suelen someter a este tratamiento tienen entre 30 y 40 años y suelen tener las siguientes necesidades:

– Personas que buscan el rejuvenecimiento facial y lo combinan con el lifting
– Personas que han notado cierta disminución en el campo de visión
– En casos en que alguna enfermedad ha provocado el hundimiento de los párpados
– En casos en el que las bolsas les provocan un aspecto envejecido y cansado y quieren corregirlo.
– Etc..

Tras la intervención, durante las primeras semanas, es normal que persista aún cierta hinchazón en los párpados. El paciente se suele incorporar a su vida normal en menos de 15 días.

Las cicatrices se trabajan muchísimo para que queden lo más inadvertidas posible. La del párpado inferior se coloca en la línea de las pestañas. En el párpado superior, la incisión queda oculta al abrir los ojos, los resultados son imperceptibles y duraderos, además se asegura la protección de la salud ocular.

Algo muy importante de está técnica es que tras la intervención y la recuperación se mantiene la expresión facial y los rasgos del paciente, por lo que no se ve alterado el aspecto de la persona, logrando el rejuvenecimiento más natural al ser un tratamiento muy poco invasivo.