En verano la forma maquillarnos y los productos con los que debemos hacerlo varia en comparación con el resto del año.

Son muchas las ocasiones que el único objetivo es tener un buen aspecto, una piel bronceada, luminosa e hidratada. Y por ello existen unos cosméticos específicamente formulados para estas fechas, los polvos de sol o bronceadores.

Si nunca los has usado o cuando lo has intentado te has visto demasiado maquillada, quizá es que no conoces los mejores trucos para que este maquillaje te otorgue ese tono que tanto te gusta.

Te explicamos a continuación como escoger el que te favorece y la forma correcta de aplicarlo.

Para elegir el tono que más te favorece debes conocer cual es tu tono natural de piel, ya que en función de él te irá mejor un tono u otro de la amplia gama de los productos bronceadores.

Si apuestas por el formato de los polvos de sol o terracota, deberás hacer la prueba directamente en tu rostro ya que en este caso no es efectivo probarlo en la mano o en el cuello. No te excedas y escoge como máximo el producto que sea dos tonos por encima de el color de tu piel.

Recuerda que para ver el efecto real en el exterior es muy importante tener buena luz en el momento de la prueba y un espejo que te permita apreciar, cómo es el resultado en tu rostro.

Estos polvos suelen tener subtonos en su composición de color, anaranjados, dorados, amarillentos, partículas cálidas que son las que te darán luminosidad y el efecto bronceado que tanto favorece.

Trucos para la aplicación

Como en todo maquillaje, menos es más. Por lo que te recomendamos no excederte en la cantidad de producto ni en las combinaciones.
Si usas polvos de sol ya no es necesario ni los contorneadores ni el colorete.

Antes de aplicarlos recuerda usar una buena crema de protección solar que puede tener ya un tono suave. Si no lo tiene utiliza un maquillaje ultraligero y mate que sea lo más parecido a tu color natural, preparando el rostro para la aplicación de los polvos de sol.

Utilizaremos una brocha de pelo sintético biselada y aplicaremos el producto en las zonas faciales donde de forma natural nos bronceamos con el sol del verano. Estas zonas son la parte alta de la nariz, en los pómulos, en la barbilla y en la parte alta de la frente. Sin olvidarnos de la raíz del pelo, las orejas y el cuello, para evitar los cortes más claros.

Una vez hemos hecho varias pasadas si vemos que nos hemos excedido un poco, podemos corregir con una brocha limpia y más gruesa, repasando por las mismas zonas para difuminar.

Nos ayuda a definir, broncear al mismo tiempo que nos dan un aspecto saludable y bronceado.
Empieza a usar los tonos mate y cuando veas que ya logras el resultado esperado atrévete con los destellos dorados, ideales para las noches de verano.

Para dar el toque final aplica en los párpados con una brocha pequeña contorneando el hueso un producto más claro y ligeramente irisado que iluminará nuestra mirada.

Esperamos que encuentres tus polvos de sol o terracota ideales y empieces a usarlos, ya que los resultados son fantásticos y los acabados profesionales.