Seguro que usas cremas antiaging y te sorprende ver la gran variedad que hoy en día existe en el mercado. La gran diferencia la marcan los componentes, conocerlos y saber cómo actúan te puede interesar.

Te explicamos, a continuación, los ingredientes más destacados y sus principales características que los hacen altamente eficaces.

En primer lugar te hablamos del Retinol, quizás el más completo y el más utilizado. Es un derivado de la vitamina A y se ha convertido desde hace años en el referente de los antiedad. Actúa acelerando la renovación celular en las capas más profundas de la piel, aumentando también la producción natural de colágeno y elastina. Además favorece la circulación sanguínea lo cual siempre es algo positivo para ganar en hidratación y oxigenación. Está indicado para tratar las arrugas, aumentar la firmeza, mejorar la textura, aumentar la luminosidad e incluso actuar frente a las manchas o el acné.

Es mejor empezar los tratamientos con Retinol de forma progresiva ya que en un inicio puede resultar irritante. Lo mejor sería aplicarlo cada dos o tres días para ir acostumbrando a la piel, o incluso si tienes la piel más sensible podrías usarlo únicamente por la noche. Es bueno tras la aplicación usar una crema hidratante que evitará la sequedad.

En segundo lugar hay que destacar el Ácido hialurónico, el que posee la mayor fuerza hidratante.

Este ácido tiene la capacidad de retener el agua en un porcentaje altísimo en relación a su peso y es por ello que se suele emplear en cosmética para hidratar la epidermis, reconstituyendo las fibras encargadas de sostener el tejido dérmico. Otorgando mayor tonicidad y atenuando, por ello, las arrugas faciales. Es conocido también su uso en tratamientos médico-estéticos no invasivos, usándolo en casos de necesidad de relleno o aumento de volumen en infiltraciones, por ejemplo.

En el caso de la Vitamina C, es conocida como uno de los antioxidantes más potente que existe, por ello en un inicio se ha usado como protector de la piel contra las moléculas oxidativas o radicales libres causantes de la mayoría de manchas y arrugas. Más tarde se ha descubierto que también es capaz de aumentar la producción de colágeno por lo que aplicándola en nuestros tratamientos cosméticos lograremos una piel más radiante y tersa.

Para obtener mejores resultados busca el cosmético que la posea en altas concentraciones y úsala por la noche ya que su estructura es muy débil y pierde eficacia en contacto con la luz solar y el óxigeno.

Las Algas, de las cuales hablamos en un post anterior (https://yvettepons.com/noticias/?p=1366), nos aportan grandes beneficios por sus nutrientes y enzimas si nuestro objetivo es frenar el proceso de envejecimiento. Conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ejercen un trabajo regenerador en contacto con nuestra piel.

Por último destacar las Células madre que en cosmética provienen de un origen vegetal y han demostrado en los estudios iniciales que consiguen mejorar la fisiología de las células de nuestra piel. Sus factores epigenéticos similares a las células madre humanas consiguen  que en nuestro cutis se produzca una regeneración y renovación permanente.