El cabello con tendencia a romperse es un cabello excesivamente seco que ha estado sometido a agentes externos altamente perjudiciales, usados en exceso, como pueden ser los secadores, las planchas rizadoras o alisadoras , el exceso de tintes, por una exposición excesiva al sol o al cloro, etc… Esta sequedad provoca un efecto frizz, el pelo se vuelve opaco y sin vida, puedes notar como la melena está algo pegajosa cuando está mojada.
Es posible que haya que cortar un poco el cabello antes de empezar con el tratamiento para reestructurarlo. Sanear el pelo con un buen corte es muy recomendable en casos de gran sequedad. Cortar en parte, el cabello muerto y las puntas abiertas reducirá la cantidad de pelo dañado.
Tras el corte, deberemos considerar a partir de ese momento cuidar nuestro pelo con tratamientos de hidratación extrema y métodos preventivos. Un tratamiento sencillo que podemos hacer en casa es el que utiliza aceites vegetales como el aceite de aguacate, el de oliva o el de jojoba. Tras una sencilla mezcla, con ingredientes como la clara de huevo, el yogur, o el plátano, escogeremos el aceite que más nos guste y lo aplicaremos como si se tratara de nuestro acondicionador habitual, de medios a puntas, tapando posteriormente la cabeza y dejándolo actuar durante aproximadamente una hora. Es posible que para retirarlo por completo sean necesarios dos o más lavados, lo cual merecerá la pena para disfrutar de los resultados. Los aceites humedecen y nutren las fibras capilares con vitaminas, por lo que nuestro pelo queda suave y brillante.
Una vez hayas hecho este tratamiento y tengas de nuevo el cabello sano evita una serie de hábitos perjudiciales que te podrían causar de nuevo el problema del pelo quebradizo. Te recomendamos que te olvides de:
- Usar en exceso las tenacillas
- Las planchas de alisado
- Evitar en la medida de lo posible el secador
- No te hagas permanentes
- No abuses de los tintes, o si lo haces que sean de calidad recomendados por profesionales.
- No lo laves todos los días, ya que se pierden los aceites naturales protectores. Si tenemos que lavarlo frecuentemente es mejor usar un champú neutro, alternándolo con otro más nutritivo.
- No usar el agua excesivamente caliente en el aclarado ya que debilita el cabello.
- Cuidar el tiempo de exposición solar, usar un sombrero o una gorra para evitar que el sol reseque nuestro pelo.
Lo que si deberías hacer para cuidar tu pelo, es ser consciente de tu nivel de hidratación corporal ya que es esencial tanto para el pelo como para la piel. Hay que beber abundantes líquidos todos los días y mantener una dieta saludable y equilibrada. No nos pueden faltar las vitaminas A, C y E. Si crees que tu dieta no te aporta la suficiente cantidad de estas vitaminas apuesta por los suplementos, notarás sus efectos a medio plazo.