Hoy nos preguntamos si se puede reducir la grasa localizada en una determinada parte del cuerpo y la respuesta es que podemos reducir la grasa corporal pero nunca de una sola parte del cuerpo.

Es decir, haciendo ejercicios conseguirás reducir la grasa corporal pero no podrás hacerlo de una sola determinada zona sino de todo el cuerpo en general.

Realizando cualquier ejercicio específico, nuestro cuerpo tendrá en cuenta aquellas zonas que tengan más grasa e irá gastando su energía indistintamente. Por ese motivo, dónde haya más grasa será donde más nos cueste reducirla aunque con perseverancia y llevando a cabo una buena dieta equilibrada y ejercicio moderado pero eficaz, podemos conseguir los resultados deseados.

Os recomendamos que dejéis un poco de lado los ejercicios focalizados como los abdominales o específicos para una zona corporal y tengáis en cuenta que el ejercicio aeróbico, es decir, el que mueve todo el cuerpo como correr, andar o nadar. Este ejercicio realizado de una manera activa y sin exceso de fatiga, nos ayudará a reducir los depósitos de energía, que es la grasa corporal.

Debemos tener en cuenta que primero vamos a perder esos depósitos que contengan menos grasa porque tienen menos energía y, por lo tanto, adelgazaremos más zonas como la cara o el cuello mientras que otras zonas que contengan más grasa como la barriga, glúteos o piernas, nos llevarán más tiempo, pero recordad que con un trabajo continuado y eficaz, conseguiremos una figura esbelta y bonita.

Otro elemento fundamental para la pérdida de grasa, es la dieta alimentaria. Debemos mantener una dieta equilibrada y sana rebajando los alimentos que lleven más grasas saturadas y azúcares además de comer cinco veces al día de una forma organizada y bien distribuida pero sin abusar. Es decir, debemos comer muchas veces al día pero no comer demasiado para conseguir que nuestro cuerpo tenga una energía constante y no tenga la necesidad de almacenar la sobrante.

Así pues, siguiendo estos consejos que os ofrecemos, conseguiréis disminuir la grasa acumulada. Ahora solo falta que añadáis unos pocos ingredientes más: fuerza de voluntad, perseverancia y sobretodo, un poco de paciencia.