¿Sabías que aún que hayamos dejado atrás la pubertad hace ya años, los brotes de acné pueden llegar a cualquier edad, incluso a partir de los 40?
Uno de los motivos del porque pueden surgir estos brotes es el cambio de temperatura y de estación. La piel se adapta a estos factores ambientales generando, en ocasiones, reacciones irritantes como son los granitos e incluso el acné.
Según los expertos en épocas de cambios de temperatura, sobre todo después del verano, la dermis tiene una capa de células muertas mucho más gruesa de lo normal por lo hay una mayor obstrucción de los poros.
Por ello es muy importante programar una profunda limpieza facial en un centro de estética al final de cada época estacional, como por ejemplo ahora tras el verano, para lograr liberar el folículo sebáceo terminando con una leve exfoliación.
Otros de los motivos que pueden ser la causa de un brote de acné son la mala alimentación, el estar viviendo una temporada de estrés elevado o el tabaco. Estas situaciones desequilibran la fisiología del organismo con lo que las bacterias encuentran en nuestro cuerpo un suela fértil para desarrollarse sin impedimentos.
Sin duda, las pieles grasas son las más propensas a padecer esta afectación, pero hoy en día tras muchos estudios y pruebas con productos cosméticos, los dermatólogos tienen claro que si se puede solucionar.
Las claves del tratamiento en casa
Debemos tener una bien establecida y respetada rutina que incorpore una limpieza profunda de la piel, realizando una exfoliación, como mínimo, dos veces por semana. A continuación aplicar diariamente un gel purificante y extender una crema tratante para eliminar los granos y puntos negros, sin obviar, durante todo el año, un buen protector solar.
Es muy importante también que, a pesar de que tengamos granitos resistentes que siguen ahí, nunca se deberían tocar, evitando durante su aparición el realizar la exfoliación ya que con ella se desplazarían las bacterias por el rostro de forma descontrolada.
Por último, tenemos que tener en cuenta que el uso de productos inadecuados -que taponen de forma persistente los poros- o ciertos hábitos como no eliminar el maquillaje al irse a dormir, no limpiar la piel con regularidad o la elección de cremas oleosas, con alto contenido de aceite, pueden favorecer la formación de acné, así que es imprescindible elegirlos con cuidado, comprando aquellos que tengan la premisa “no comedogénico” u “oil free”.
Acné….¿Hombres o mujeres?
Si quisiéramos decir si son los hombres o las mujeres los que padecen los brotes de acné lo tendríamos claro, los hombres tienen una mayor predisposición a sufrir este problema.
La causa es su sistema hormonal, mediante el cual la producción de sebo es más activa. Su mayor afectación la padecerán en la adolescencia al contrario de las mujeres, quienes suelen tener un tipo de acné más persistente, a partir de los 30 años.
Mientras que en los jóvenes el acné se presenta por lo general en la zona T, en frente y nariz, con comedones y puntos negros, en el acné adulto es más frecuente que aparezca en la zona U (los ángulos mandibulares, la zona peribucal y el cuello) provocando lesiones de tipo inflamatorias.
Las claves del tratamiento en el centro de estética
De lo que se trata es de lograr la remisión definitiva del acné, lo ideal es atacar la bacteria responsable y estimular la respuesta cicatrizante del organismo. El espectro de luz láser IPL la elimina en forma indolora y no invasiva, es el avance tecnológico que brinda un tratamiento rápido y eficaz.
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