Todos sabemos que beber agua es imprescindible para nuestro organismo. Tanto desde el punto de vista alimenticio como el puramente vital ya que los humanos no podríamos vivir sin agua, en un caso extremo podríamos estar varios días sin comer ninguna clase de alimento pero nuestro organismo se vería gravemente dañado si pasáramos tan sólo tres días sin beber agua.

Nuestro cuerpo está formado por agua entre un 55% y 78% del total de masa corporal, dependiendo de nuestro peso, altura….Podríamos decir que el agua es nuestra gasolina sin la cual dejamos de funcionar.

Otro dato, quizás menos conocido, es que nuestra sangre está formada en un 83% por agua. Estos son datos que nos corroboran la importancia de beber agua suficiente durante el día aunque en ocasiones nos tengamos que forzar a ello por la falta de sensación de sed. La sangre es el vehículo de los nutrientes logrando que estos lleguen a las células, es básico que las condiciones de este vehículo estén en perfecto estado.

Los especialistas recomiendan beber entre 1 litro y litro y medio de agua al día. Es preferible beber agua pero también se pueden tomar zumos naturales. Ahora en verano también hay muchas frutas y verduras que te pueden aportar agua en su composición, como los cítricos, el pepino, la sandía y el melón, por lo que la cantidad es relativa.

 

La sensación de sed de cada persona depende de varios factores: el medio dónde vive, la masa corporal, la estación del año….y los alimentos ingeridos. Si se comen alimentos con un alto contenido en sal la sensación de sed es más elevada y mayor la necesidad de beber e hidratarse.

A parte de mantener la hidratación necesaria para el cuerpo, beber agua es también un gran aliado para nuestra belleza. Entre otros, estos son unos cuantos factores que el agua puede hacer para que nos veamos mejor:

– En ocasiones confundimos la sensación de sed con hambre. Si bebemos el agua suficiente no hemos de picar entre horas snacks poco saludables.

– El agua no nos aporta calorías. Tendríamos que evitar tomar refrescos en substitución del agua ya que estos nos aportan calorías vacías que repercuten directamente en la acumulación de grasas.

 – El cuerpo tiene tendencia a retener líquidos cuando detecta cierta deshidratación. Por lo que beber entre 6 y 8 vasos de agua al día, procurando que el primer vaso se tome en ayunas, evita radicalmente la retención de líquidos.

El agua es vida y por tanto la hemos de considerar algo imprescindible para estar y sentirnos bien, acostumbrarnos a beber agua durante el día aunque puede ser costoso en algunos casos, merece la pena esforzarnos para que sea una rutina, los resultados no te dejarán indiferente.