Cuando pensamos en lociones, cremas, geles o productos similares, los solemos asociar al cuidado femenino. Desde siempre, las mujeres han tenido mucho más en cuenta su aspecto y su apariencia física que los hombres.
Esta afirmación, con los años ha dejado de ser cierta. Hemos llegado un punto en el que los hombres se cuidan igual o más que las mujeres. De hecho, el cuidado masculino ahora está de moda. Es tendencia. Ocho de cada diez hombres dedican tiempo a su cuidado personal, llegando éste a convertirse en un hábito diario que está a la alza.
En este sentido, los números hablan por ellos mismos poniendo de manifiesto un cambio cultural significativo. A pesar que el mercado de la cosmética masculina es insignificante al lado del femenino, en los últimos 5 años las ventas han aumentado entre un 20% y un 25%. Entre los productos estrella se encuentran la loción para después del afeitado, las cremas para el rostro y los geles de ducha.
Que se cuidan es un hecho. Y además lo confiesan. Los hombres de hoy en día son auténticos y transparentes: usan productos cosméticos, cremas y lociones y no tienen ningún problema en reconocerlo, alejándose poco a poco de los tabús punitivos impuestos por la sociedad hasta ahora. Según una encuesta realizada a hombres de entre 25 y 59 años por Biotherm Homme (Grupo L’Oreal), se descubrió que un 63% de los hombres entrevistados reconocía ser usuario de productos de belleza, mientras que un 80% reconocía que le dedica habitualmente tiempo a su cuidado personal.
Desmontando mitos, esta encuesta desvela también que casi un 90% de los hombres compran sus propios cosméticos porqué les gusta estar informados sobre las propiedades y las características de los productos, elegirlos por ellos mismos y evaluar las distintas opciones que el mercado ofrece.
Estamos pues, delante de un cambio de paradigma. Los hombres ya no tienen miedo de admitir que usan cosméticos y han dejado de cargar con el típico prejuicio de ser menos hombres por pasar parte de su tiempo preocupándose por su aspecto.
Según estos datos, pues, el hombre de hoy es auténtico, positivo, solidario y se preocupa por su cuidado personal. Esta última, no pasa a ser su prioridad número uno pero pasa a ocupar un papel importante en su vida ya que considera que si está bien consigo mismo, también estará bien con los demás.