Tras el éxito del contouring en el maquillaje la tendencia que está entrando en este 2016 con mucha fuerza para vernos más bellas gracias a nuestro pelo es el hair contouring.
Es una técnica de coloración del cabello que acoge las bases del contouring del maquillaje y tiene como principales objetivos corregir y definir los rasgos faciales para mejorarlos utilizando la luz y las sombras que se crean con la coloración que te propone el experto.
Las combinaciones de colores están cuidadosamente estudiadas y su aplicación suele ser muy meticulosa directamente con las manos. Dependiendo dónde se aplican los tonos en relación al rostro se pueden lograr efectos de profundidad y definición logrando una mayor harmonía en los rasgos. Se suelen utilizar los tonos más claros para alargar la cara aumentando la luz, igual que haría un maquillaje iluminador. Los tonos oscuros logran reducir la longitud o anchura excesiva de óvalo y los tonos tierra se aplican estratégicamente para resaltar más los pómulos.
Según sea nuestro rostro estos son los mejores consejos:
Rostro Redondo / Cuadrado
Se debería lograr el efecto de alargar el rostro, aplicando tonos más oscuros en la parte superior y los lados de la cara.
Rostro Diamante / Rectangular
Con el objetivo de ampliar los rasgos de este tipo de rostro se suelen conservar las raíces del pelo. En las puntas se aplicarán tonos oscuros para lograr sombras en la parte superior y la mandíbula. Para lograr adelgazar las formas se usaran tonos claros frente a las orejas ofreciendo un efecto “ombré”.
Rostro Corazón / Triangular
En este caso se debe suavizar la zona de la barbilla y evitar el volumen en la frente y para ello se aplican tonalidades oscuras en las raíces y la zona superior. La luz la aportan mechones delgados con tonalidades claras desde la zona media hacía la mandíbula con un efecto “balayge”.
Todas las mujeres podemos utilizar el hair contouring si acudimos a personas con la formación y experiencia suficiente para que analizando nuestra fisonomía, e incluso el tono de piel, sepan trabajar con la técnica y escojan aquellos colores que más nos favorezcan. Quedaremos gratamente sorprendidas viendo que algo que parece tan sencillo consigue definir nuestros rasgos más favorecedores y camuflar las imperfecciones de una forma incluso más eficaz y definitiva que el propio maquillaje.