Uno de los problemas estéticos que más preocupan a las mujeres son las estrías, atrofias de la piel que se muestran en forma de líneas más o menos marcadas de color blanquecino o amoratadas, que suelen localizarse en el tejido conjuntivo, siendo habitual que afecten zonas corporales como el vientre, las caderas, los glúteos, las piernas, los muslos, los brazos, la espalda e incluso los senos.

Todas estas zonas están expuestas a sufrir esta afectación cuando su tamaño se ha visto modificado a nivel de la dermis y precisamente estas variaciones, a pesar de que la piel es bastante elástica, han provocado la rotura de fibras, la alteración en la producción de colágeno y la aparición de “cicatrices” visibles, a las que llamamos estrías.

¿Se pueden prevenir las estrías?

La prevención total no es del todo real ya que no hay nadie ni ningún producto que te pueda garantizar al 100% que las estrías no aparezcan tras estos característicos procesos (embarazo, adelgazamiento, tratamientos médicos…) ya que hay muchos factores personales que pueden influir y determinar la aparición de estrías a pesar del tratamiento preventivo.

En las mujeres, el embarazo es un período de nuestra vida en el que nuestro cuerpo sufre unos cambios muy importantes en un tiempo relativamente breve. La piel necesariamente se estira para adaptarse al aumento de peso y al espacio que la nueva vida en crecimiento que estamos gestando necesita. Tras el parto esta piel vuelva a su estado habitual de forma progresiva. De igual manera los hombres y las mujeres que realizan cambios en su alimentación y pierden peso de forma considerable también están expuestos a sufrir esta afectación estética.

Y aunque no se pueden prevenir del todo, sí que es cierto que existen una serie de recomendaciones hechas por expertos que son fáciles de llevar a cabo y que pueden evitar que los efectos a nivel visual sean lo más sutiles posible.

– Mantener un peso adecuado de forma estable, evitando los cambios corporales drásticos que ponen a prueba la capacidad regenerativa de nuestra piel.

– Informarnos sobre la alimentación consciente, empezar a comer alimentos que incluyan los nutrientes adecuados para nuestro bienestar. En el caso de querer prevenir las estrías es recomendable comer alimentos ricos en :

Zinc, como las nueces, los mariscos, las carnes o las legumbres

Los que nos aporten vitamina A, C , B1, B2 y B12

Suplementos de vitamina E

– Beber un mínimo de 2 litros de agua al día, con lo que garantizamos la hidratación interna de nuestra piel.

– Durante el embarazo usar productos específicos ant-estrías, formulados específicamente para embarazadas aplicándolos según prescripción en la zona del vientre.

– Utilizar aceites naturales como el de rosa mosqueta o el de almendras que hidratan y favorecen la regeneración de la dermis.

– Realizar masajes localizados enfocados a mejorar la circulación de las zonas dónde las estrías pueden o ya han empezado a intuirse.

El mejor momento para iniciar un tratamiento estético en el caso de que tengamos alguna de éstas zonas afectada sería cuando acaban de aparecer, cuando son de un color rojizo es muy probable que lleguen a eliminarse. Si llegan al morado o al blanco estas posibilidades van disminuyendo. Por ello la mejor forma de combatirlas es la prevención.