Seguramente, muchas de vosotras, soléis maquillaros de manera diaria. Y es que el maquillaje es un gran aliado de la mujer: ayuda a mejorar el aspecto de la piel y del rostro en general.
Pero a pesar de esta rutina diaria, nadie nos ha enseñado cual es el proceso correcto a la hora de maquillarse,
por lo que,muchas cometemos errores sin siquiera saberlo.
Cómo esto puede provocar problemas en la piel, os presentamos los cinco hábitos de maquillaje más comunes que pueden ser perjudiciales para vosotras.
Algo muy común que todas hemos hecho alguna vez es compartir el maquillaje con alguna amiga, hermana, prima… Resulta muy normal, pero el hecho de compartir las barras de labio, delineadores, el polvo compacto o las brochas aumenta el riesgo de contraer infecciones virales como la conjuntivitis o las úlceras bucales.
Para vernos más guapas, algunas veces acudimos a los productos postizos. Como las pestañas. Éstas, que se adhieren con un pegamento, pueden irritar los ojos si las colocamos de manera incorrecta.
Con otro tema que seguro que también os vais a sentir identificadas es con el hecho de no desmaquillaros antes de ir a dormir. Muchas veces, al llegar cansada a casa, olvidamos retirar el maquillaje de manera adecuada. Esto, provoca que la piel tenga la oxigenación que necesita para repararse durante la noche, ya que los poros quedan obstruidos por el maquillaje. Algunas consecuencias de esto, pueden ser la irritación en los ojos, piel grasa, acné…
En cuarto lugar, tenemos que tener en cuenta las fechas de caducidad de nuestro maquillaje. De la misma manera que los alimentos, los cosméticos también tienen un tiempo de vida antes de que sus compuestos puedan llegar a ser dañinos. Si pasamos esta fecha, su composición puede sufrir cambios que pueden ser perjudiciales para la piel.
Finalmente, otra práctica de lo más habitual y perjudicial es aplicar delineador en la línea de agua. Los ojos, cómo otras partes del cuerpo, tienen bacterias que pueden actuar para bien o para mal, dependiendo del estímulo y la función. Al introducir un cosmético en la parte interna del ojo, podemos estar introduciendo bacterias que incrementen el riesgo de desarrollar infecciones.
Con todo esto, cabe apuntar que debemos tener mucho cuidado a la hora de aplicar nuestra rutina diaria en cuanto al maquillaje se refiere ya que, con pequeños actos cómo estos, podemos estar expuestas a grandes peligros.