Cada vez es más normal entre los hombres el eliminar el vello corporal, por muy diversas causas. Por necesidad, estética o exigencias de la profesión, la depilación masculina hace que los hombres que deciden mantener esta estética tan cuidada escojan diferentes métodos para depilarse según sus características y necesidades.
Hay estudios actuales que apuntan a que tanto mujeres como hombres opinan que el vello corporal excesivo no es estético. También en el mundo del deporte se ha convertido en una necesidad el hecho de eliminar el vello ya que facilita las rutinas de entrenamiento. Por comodidad muchas personas sienten bienestar con la piel suave y en la cual pueden aplicar con mayor facilidad cremas y tratamientos corporales.
Existen varios tratamientos para eliminar el vello corporal, ¿pero cuál es el mejor para cada necesidad?
Te comentamos a continuación cuales son para que puedas valorar las ventajas e inconvenientes de cada uno.
Cera: Con sus tres tipos de aplicación, fría, tibia y caliente, la cera se adapta a los diferentes tipos de piel. Si es la primera vez que te sometes a la depilación con cera es recomendable recortar primero el vello, si no tienes claro el poder hacerlo correctamente sólo, acude a un centro de estética dónde te aseguran una tratamiento de la piel con todas las garantías.
La principal ventaja de este método es que elimina el vello desde la raíz, con lo que tiene una mayor duración, de entre 2 y 3 semanas. El inconveniente es que es una técnica ciertamente dolorosa en comparación a las otras.
Maquinilla eléctrica: Es una manera de depilarse sencilla y que puede durar también hasta tres semanas, por el mismo motivo que la cera. Es recomendable pasar la maquinilla en sentido contrario al crecimiento del vello para lograr mayor eficacia. Si escoges este método es bueno elegir la maquinilla que mejor se adapte a ti, teniendo presente tu tipo de piel y grado de sensibilidad.
Sus ventajas: es un método sencillo, rápido y que puede durar varias semanas.
La desventaja: en ocasiones se pueden enquistar pelos debajo de la piel y la depilación puede resultar dolorosa.
Cuchilla: Teniendo presente que el vello corporal no es igual que el vello facial, y que los movimientos que hay que realizar durante la depilación no son los mismos que en el afeitado, la cuchilla no es un método muy eficaz ni recomendable.
Al no cortar el pelo de raíz el vello se va volviendo más duro y crece en un par de días. Con el agravante de la posibilidad de hacerse heridas con cierta facilidad.
Crema depilatoria: Aunque es un método fácil de aplicar, económico e indoloro la desventaja principal es también el endurecimiento progresivo del pelo, la probable aparición de granitos y el fuerte olor de la mayoría de cremas depilatorias.
Láser: Esta es una técnica estética cada vez más solicitada por sus ventajas y por ofrecer unos resultados permanentes. La luz del láser se aplica sobre la dermis destruyendo el folículo, y tras las sesiones necesarias el pelo que va creciendo es cada vez más fino y débil hasta que desaparece.
Este método puede tratar todas las zonas corporales con diferentes intensidades y duración dependiendo de la zona. Pueden depilarse las ingles, las axilas, las piernas y antebrazos, la región lumbar, el tórax, el cuello e incluso el rostro.
Las ventajas son claras, la eficacia y permanencia de resultados y el inconveniente principal es que se necesita tiempo y cierta dosis de paciencia y constancia para lograr los resultados deseados.
El otoño, la época del año ideal para la depilación láser
Tras el verano en el que la depilación era casi una obligación, con la llegada del otoño mucha gente se ve liberada de este pequeño sacrificio estético. Sin embargo, con la mirada puesta en la siguiente temporada de primavera – verano, muchos se plantean realizar tratamientos de eliminación del vello a largo plazo, como por ejemplo la depilación láser.
En el uso de este tratamiento 1 de cada 4 pacientes es hombre. Y el número de sesiones que se necesitan para eliminar el vello de forma definitiva en las diferentes zonas corporales, antes comentadas, dependerá de la densidad y el color del vello. Lo más común es que se necesiten entre 6 y 8 sesiones espaciadas en periodos de entre 4 y 8 semanas.
Es muy recomendable dejarse orientar por un especialista que sabrá plantear el mejor tratamiento láser adecuándolo a las necesidades de cada persona.