En esta época del año nuestro cuerpo está más expuesto que nunca, muchas de las prendas que llevamos dejan al descubierto nuestros brazos. Y aunque no lo parezca esta es una zona corporal que preocupa a muchas mujeres, en la que la grasa tiende a acumularse con el paso de los años y la flacidez se produce, en parte, debido a que la piel va perdiendo sus propiedades entre ellas el colágeno. Como ya hemos hablado en anteriores ocasiones el colágeno es el encargado de dar consistencia y rigidez a los tejidos cutáneos, por tanto cuando disminuye su producción y efectividad la elasticidad en los brazos se resiente.
Otras de las causas de la flacidez pueden ser también la pérdida de peso o la falta de tonicidad muscular por no practicar ningún ejercicio. Si es ésta una parte de tu cuerpo que te gustaría mejorar, a continuación te proponemos algunos consejos para evitar o eliminar la flacidez en los brazos.
Es importante ser muy constante y aunque no veamos resultados a corto plazo no perder la fuerza de voluntad y realizar la rutina de ejercicios diariamente mientras mantenemos unas pautas de alimentación saludable.
La alimentación más adecuada cuando queremos mejorar el estado de nuestra musculatura debería incluir proteínas. Las encontramos en las carnes magras, en el pescado con su rico Omega-3, en los huevos, algunos lácteos e incluso en las legumbres cuando las combinamos con algún cereal. Sería necesario incorporar estas proteínas en nuestra dieta cada día para lograr un aporte óptimo que repercuta en el estado de nuestros músculos. Substituiremos las grasas saturadas por las vegetales, con ácidos grasos insaturados, que se encuentran en el aceite de oliva, los frutos secos, el aguacate…que son beneficiosas para nuestra salud.
En cuanto al tipo de ejercicio más adecuado para combatir la flacidez en los brazos son sin duda los ejercicios de fuerza y resistencia. Estos ejercicios nos ayudarán a lograr un efecto reafirmante.
El material para realizar los ejercicios más sencillos en nuestra casa, son básicamente pesas de dos a diez kilos, según nuestro estado físico, y cintas elásticas que nos ofrecerán una amplia variedad de posibilidades. En los gimnasios también existe múltiple maquinaria que ya está preparada para realizar ejercicios de tonificación, consulta a tu preparador físico que te aconsejará cuales son los más adecuados.
Te ofrecemos dos ejemplos de lo que podrías empezar ya a realizar en tu propia casa:
- De pie con las piernas abiertas al nivel de nuestras caderas, sostendremos con los brazos estirados y situados a cada lado de nuestro cuerpo, una pesa en cada mano. Manteniendo los codos pegados al cuerpo, levantamos las pesas (dejando las palmas de las manos mirando hacia abajo) hasta dejar el brazo paralelo al suelo. Sería adecuado realizar tres series de diez repeticiones.
- En posición estirada en el suelo mirando hacia arriba, con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo, extenderemos los brazos perpendicularmente a nuestro cuerpo, sostendremos una pesa en cada mano y doblando cuidadosamente los codos subiremos y bajaremos las pesas hasta que queden paralelas a nuestro cuerpo. Realizaremos dos series de diez repeticiones.
No nos podemos olvidar también de cuidar la piel de nuestros brazos al igual que haríamos con otras partes de nuestro cuerpo. Deberíamos exfoliar para eliminar las células muertas logrando que quede la piel más tersa y luminosa e hidratar adecuadamente ya que una piel poco hidratada y reseca tiende a envejecer de forma prematura y pierde firmeza.
Por último existen también algunos trucos para combatir la flacidez como la estimulación circulatoria gracias a las duchas de agua fría, el uso de cremas reafirmantes que eliminan la grasa de la parte interna y la aplicación de mascarillas o arcillas que mejoran el aspecto de la dermis.
Siguiendo estos consejos y con la constancia adecuada lograrás unos brazos definidos, tonificados y podrás decir adiós a la flacidez.