Como ya hemos comentado con anterioridad, nuestra alimentación repercute directamente en nuestra salud y también, consecuentemente, en nuestro aspecto exterior.

Las vitaminas son grandes aliadas que nos ayudan a mantener nuestra piel tersa, suave y nutrida.

Tanto las vitaminas que ingerimos con los alimentos como las concentradas que se usan en la formulación de la cosmética más natural, contribuyen a la activación celular así como a la síntesis de colágeno y elastina, factores clave, cuya carencia se empieza a notar entorno a los 30 años y favorece el envejecimiento.

El tomar consciencia de esta relación ya nos sirve para dar un gran paso, cuidándonos desde dentro al mismo tiempo que miramos por nuestra salud y bienestar general.

Introduce superalimentos en tu alimentación cotidiana y estarás invirtiendo en la cosmética del futuro.

Se podrían definir los nutricosméticos como las substancias de origen natural que nos ofrecen grandes beneficios para mantener nuestra piel sana y radiante. Elementos de la naturaleza que contienen importantes cantidades de agentes anti-age capaces de frenar la envejecimiento y evitar la oxidación.

Grandes empresas de cosmetología tras estudios y rigurosos controles han creado cosméticos en forma de suplementos que en lugar de aplicarse de forma tópica se ingieren.

Este es el caso del colágeno. El cual tras ser ingerido a diario, en tan sólo cuatro semanas nos ayuda a tener una mayor elasticidad en la piel disminuyendo las arrugas, principalmente en mujeres cuyas edades estén entre los 35 y los 55 años.

Otro nutricosmético con gran aceptación y variedad en sus formulaciones, es el ácido hialurónico, el cual permite lubricar, absorber y transportar los nutrientes necesarios a las células al mismo tiempo que se encarga de eliminar los residuos. Su principal característica es que ayuda a retener el agua, por lo que se comporta como un importante humectante de la piel y lubricante para las articulaciones.

En nuestro cuerpo se genera de forma natural y hay varios alimentos que lo contienen, como las patatas japonesas, las proteínas provenientes del pollo o el pavo, el salmón, la gelatina…
Igual de importante para generar su síntesis en el organismo es el magnesio, presente en las espinacas, el brócoli, las coles de bruselas, las judías verdes…

Si en nuestra dieta no se incluyen estos alimentos o queremos reforzar su ingesta podemos encontrarlo en cápsulas o incluso en bebidas, las cuales te aportaran sus beneficios a todo el organismo, a diferencia de las cremas.

Por último nos gustaría destacar el importante papel de las principales vitaminas, como nutricosméticos, para que consideres la ingesta de algún suplemento en el caso de tener carencias en tu alimentación:

Vitamina A: o Retinol, importante activo antiarrugas. Uno de los principales ingredientes del cuidado facial.

Vitaminas del grupo B: Logran una piel más tersa al mejorar la elasticidad y la circulación y metabolismo cutáneo.

Vitamina C: ideal para pieles apagadas o desvitalizadas. Capaz de iluminar la piel, eliminar los radicales libres y potenciar la generación natural de colágeno.

Vitamina E: Muy usada en cremas anti manchas y fotoprotectoras , la vitamina E nos ayuda a regenerar cicatrices y es uno de los antiradicales más usado en los productos de cuidado facial.

Recuerda que cualquier suplementación es recomendable que sea aconsejada por un experto en nutrición capaz de valorar tus carencias y necesidades personales.

Si quieres contactar con el Instituto, dónde disponemos de servicio de asesoramiento nutricional dirigido por David Gasol, estaremos encantadas de atenderte.

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