Una alta cantidad de grasa en la zona abdominal se suele denominar obesidad abdominal. Ésta se mide a través del perímetro y la concentración de grasa en esta zona.

Quienes padezcan cualquier tipo de obesidad deben estar alerta. Hay distintos grados y, por lo tanto, distintos riesgos distintos. El riesgo de la obesidad depende de la localización de la grasa y, la que se acumula en el abdomen, suele ser la que afecta más directamente al corazón.

El perímetro de la cintura, pues, es uno de los indicadores más fieles para detectar la aparición de este tipo de obesidad y de evitar posibles enfermedades.

En este sentido se debe tener cuidado. Muchos estudios han confirmado que la obesidad abdominal puede causar otros problemas de salud como la diabetes, el colesterol alto, un elevado nivel de triglicéridos en sangre, la presión arterial alta, intolerancia a la glucosa… Viene a ser la génesis del riesgo metabólico, es decir, primero se padece obesidad y, posteriormente, aparecen otras enfermedades.

En el peor de los casos, pueden aparecer problemas como la insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares, cáncer de colon, en el caso de los hombres o, en el peor de los casos, la muerte súbita.

Es por eso que, las personas con riesgo de padecerlo deben ir controlando su situación. Por ejemplo, deben tener cuidado que la medida del perímetro de la cintura no exceda de los 88 centímetros, si son mujeres, y 102 centímetros, si son hombres. Otra manera de medirlo es a través del Índice de Masa Corporal, el cual no debe superar los 25. Puede calcularse fácilmente dividiendo nuestro peso por nuestra la altura.