Seguro que muchas veces habéis empezado alguna dieta que os asegura perder mucho peso en poco tiempo. Y la habréis dejado porqué os estabais muriendo de hambre o simplemente porque los efectos no surtían tan rápido como esperabais. Éstas se conocen como dietas milagro y han conseguido asentarse en una sociedad que prefiere los resultados rápidos y malos antes que un poco más lentos pero más eficaces.
Y es que este tipo de dietas pueden ser un peligro para la salud. Perder peso no es algo que pueda hacerse en un día aunque existan mil dietas que digan que pueden conseguirlo.
En este post os queremos dar algunas claves para desenmascarar los fraudes de estas dietas y qué pautas podéis coger para emprender un verdadero cambio de hábitos. Para ello, nos hemos basado en el libro «Adelgázame, miénteme» de Juan Revenga.
En primer lugar «Adelgazar es la consecuencia, no el objetivo». Perderemos peso si hacemos un cambio de hábitos en la vida que nos lleven a una vida sana y saludable no si seguimos la primera dieta que encontramos por Internet que jure hallazgos imposibles.
Un punto clave es incorporar una alimentación sana en nuestro día a día. Ésto implica tener una dieta variada, que incluya todo tipo de alimentos: frutas, verduras, carnes, peces, lácteos… Todos en una mesura prudente y sin excesos. Además, es importante también una buena disposición: no podemos tener una alimentación variada si no nos gustan las verduras, por ejemplo. O no tenemos una disposición suficiente a probarlas y a comerlas.
En este sentido, es importante que cada persona adapte su dieta a sus preferencias y a los pormenores del día a día. Es la dieta la que debe adaptarse a tus necesidades, no tu a las suyas. Es por eso que el secreto está en comer lo necesario, evitando aquellos alimentos superfluos que no aportan nada al organismo. Debemos descubrir cual es la cantidad de comida que nuestro cuerpo pide y no ingerir mucho más de lo que necesitamos realmente.
De la misma manera y, aunque parezca un tópico, debemos evitar productos grasos y manufracturados. Evitar tampoco significa eliminar por completo, por lo que, ¡algún día puedes permitirte un capricho!
En definitiva: para adelgazar no hay atajos. No hay fórmulas misteriosas ni dietas mágicas. Todo aquello que consigamos será con esfuerzo y dedicación. ¡Y ya veréis que bien sienta!