Un nuevo estudio desbanca una de las creencias médicas más arraigadas en la sociedad actual: la sal ya no causa una presión arterial alta.

Desde siempre, cuando una persona ha sufrido de presión arterial alta, uno de los primeros alimentos que se le ha retirado de la dieta ha sido la sal.

Hasta el momento los estudios siempre habían querido relacionar el consumo de sodio con el incremento de la presión arterial. Afirmaban que la sal incrementa el riesgo de padecer hipertensión arterial, a la par de saturar los riñones y provocar un mal funcionamiento de estos. Y hasta ahora, así ha sido.

Pero… ¿Qué pasa si hay algo más detrás de todo esto? Un nuevo estudio afirma, después de haber testado a casi 9000 personas, que el consumo de sal no se asocia con un aumento de la presión arterial.

No obstante, se deben controlar otros factores que afectan directamente a la hipertensión como la edad, que aumenta el riesgo de sufrir esta enfermedad con el paso de los años.

Según los médicos que han llevado a cabo el estudio, la relación entre la sal y la presión arterial ha sido, hasta ahora, exagerada y mucho más compleja de lo que se creía. De hecho, indican que con este estudio no han encontrado una relación directa y significativa entre ambas pero sí que constataron que personas hipertensas consumen mucha más sal que aquellas que no presentan hipertensión.

Teniendo en cuenta que la sal nos afecta a todos de una manera diferente, los investigadores destacan que hay otros factores que sí que parecen influir en el aumento de la presión arterial: el alcohol, la edad y un Índice de Masa Corporal por encima de lo recomendado.

Con todo esto, nunca sabremos cuál de las dos versiones es más acertada, pero os diremos que nunca es bueno hacer un uso excesivo de sal en nuestra dieta ya que puede causar otros problemas como retención de líquidos, accidentes cerebrovasculares o saturación de los riñones. Por eso, se debe limitar de nuestra dieta optando por otras opciones más sanas y naturales como las hierbas aromáticas o las especias, para dar un toque de sabor a los platos. En relación a la dieta, este mismo estudio constató que una dieta rica en frutas y verduras contribuye a mantener una tensión arterial más baja. Esto, juntamente con un estilo de vida saludable y reducir cualquier tipo de sobrepeso u obesidad, seguro prevendrá la hipertensión.