En esta época del año la sudoración es común en todas las persona en mayor o menor medida, ya que la transpiración o sudoración se origina en el organismo de forma natural con un objetivo termo regulador. El cuerpo procura mantener una temperatura estable de unos 37 grados, por lo que cuando tenemos calor, cuando estamos en situaciones que nos producen tensión o cuando hacemos ejercicio físico el sistema nervioso activa dicho mecanismo natural de termo regulación.

Cuando nuestro mecanismo está dentro de la normalidad podemos solucionar el tema del sudor con infinidad de productos que están al alcance de todos y que nos ayudan a controlar los malos olores, el efecto mojado en las axilas, el sudor en los pies, etc…

Pero cuando hablamos de hiperhidrosis la cosa se complica.

Hablamos de hiperhidrosis primaria a la sudoración excesiva en alguna zona del cuerpo, que no tiene una causa clara, que no se puede controlar y es impredecible. Al mismo tiempo no está relacionada con ninguna enfermedad o medicamento que esté tomando la persona que lo padece.

La hiperhidrosis condiciona mucho a la gente que la sufre, llegando incluso a provocar que estas personas no disfruten del verano, ya que puede producir ciertos complejos e influir mucho a la hora de vestir o relacionarse.

Afortunadamente la medicina estética ayuda a gran parte de estas personas aportando un tratamiento altamente efectivo que puede solucionar este molesto problema fisiológico que puede convertirse a la larga en psicológico.

La toxina botulínica, el conocido bótox,  reduce la producción de acetilcolina, sustancia química y neurotransmisor responsable de activar los mecanismos del sudor, distribuida en la inervación simpática de las glándulas sudoríparas.

Se trabaja especialmente en la zona más afectada, siendo uno de los tratamientos más eficaz para la hiperhidrosis.

Diferentes ensayos clínicos han demostrado la efectividad de la toxina botulínica ofreciendo un 90% de satisfacción al mes del tratamiento, manteniéndose por encima del 80% a los 4 meses.

A través de inyecciones de aguja muy fina en la zona tratada, con o sin anestesia local, la toxina botulínica se introduce en la piel que se desea tratar, y se empiezan a notar los efectos tras varias sesiones, por lo que es muy recomendable ser constante en el procedimiento para disfrutar de hasta 6 meses de sudoración controlada.

En el Instituto de Estética Yvette Pons nos gusta poder ofrecer soluciones a la mayor parte de problemas estéticos porque sabemos que repercuten al final en la felicidad de las personas, por ello contamos con la amplia experiencia de nuestro colaborador el Doctor en Medicina Estética Oriol Vernetta, especialista en cirugia plástica, estética y reparadora.

Solucionar la hiperhidrosis es un procedimiento sencillo que requiere de constancia pero que ofrece grandes resultados, no dudes en ponerte en contacto con nuestro centro y te informaremos de todos los detalles.

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