La voluntad de las mujeres de vernos bellas ha existido siempre. Usamos el maquillaje para destacar aquellas partes de nuestro cuerpo que nos gustan para sacarnos partido. Los labios, por ejemplo. Rosas, morados, marrones, rojos… tenemos muchas opciones a elegir. El rojo, siendo siempre nuestro favorito.
De hecho, se dice que ya en la antigua Mesopotamia las mujeres se pintaban los labios con polvo rojo por fines estéticos. Cleopatra, en el antiguo Egipto, también. Y así sucesivamente hasta llegar a Taylor Swift.
El pintalabios rojo ha sabido permanecer a lo largo del tiempo. Y sólo puede ser por una razón: porqué nos queda bien y porqué nos encanta. Y es que todas sabemos que la sonrisa es una de las armas más poderosas que tenemos y, por qué no, añadirle un poco de rojo para rematar.
Pero a pesar de ser el color de la sensualidad por antonomasia, hay muchas mujeres que se niegan a usarlo porqué creen que no les queda bien. Pues bien… ¡esto es un mito! Lo que hace falta es que cada una encuentre el tono de rojo que le siente mejor: actualmente tenemos disponible tal gama de rojos que todas las mujeres, sin importar el color de la piel o la edad, pueden usarlo sin problemas.
Aunque nunca están de más algunos consejillos para conseguir la sonrisa perfecta. Debemos tener en cuenta que el mejor aliado de unos labios rojos es un maquillaje nude para que la boca sea la protagonista. De la misma manera, debemos evitar llevar ropa, zapatos o accesorios en rojo ya que, es muy probable, que no sean el mismo tono y nos eche a perder todo el look.
También tenemos que tener en cuenta el delineado. En un tono rojo podemos hacer un auténtico desastre si nos salimos de los límites del labio. Incluso mancharnos los dientes. Por eso… ¡es fundamental usar un delineador y tener cuidado a la hora de pintarnos!
Ah! Y no importa la hora. Unos labios rojos quedan bien ya sea de noche o de día. Aunque siempre podemos darle un toque distintivo: de día, un rojo oscuro mate y, de noche, un rojo pasión brillante. ¡A triunfar!
Ya lo sabéis chicas… ¡A partir de ahora ya no hay excusa para no llevar los labios rojos!