¿Hoy en día quién no conoce el Aloe Vera? Esta planta se ha convertido en una auténtica estrella gracias a sus amplias y maravillosas propiedades: sirve tanto para curar heridas, cuidar la piel o aliñar una ensalada.

Hoy en día, hay un sinfín de productos que contienen Aloe Vera. Ésta es conocida principalmente por sus numerosas aplicaciones medicinales: es una planta que cicatriza, desinflama, es laxante… Aunque también es conocida en el ámbito de la belleza por sus múltiples posibilidades de uso en tratamientos y productos antienvejecedores, regeneradores…

Todo esto es posible gracias a su composición, rica en resinas protectoras, vitaminas, proteínas, enzimas, aminoácidos, polisacáridos, minerales y otros componentes como el germanio. Entre los más destacables podemos encontrar vitamina A, C, B2 y ácido fólico; minerales como el calcio, el magnesio, el hierro o el potasio; aminoácidos como la leucina, la tirosina o la histidina; monoscáridos y poliscáridos como celulosa, glucosa o fructosa; antraquinonas u otras sustancias como oxidasa, linginina o saponinas.

Todos estos componentes hacen que el Aloe Vera tenga aplicaciones terapéuticas tanto internas como externas y que, por eso, esté presente en numerosos productos. Cómo hemos comentado anteriormente, una de las propiedades principales de esta planta es su capacidad reguladora del pH de la piel, expulsando las bacterias que obstruyen los poros y eliminando las células muertas. Otra característica importante es que ayuda a prevenir las arrugas, actúa como filtro solar, reduce las estrías y tiene un alto poder tonificante. Además, posee un efecto balsámico que ayuda a calmar las irritaciones de la piel como las picaduras, heridas, quemaduras o incluso casos de acné.

Con todos los efectos positivos que tiene, no se puede obviar que todos ellos dependen en función de las personas, de la calidad de la planta o del producto usado.

Como hemos comentado anteriormente, hoy en día, los productos que contienen Aloe Vera abundan en el mercado: medicinas, productos cosméticos o productos relacionados con la higiene personal. Aunque quizás, sus aplicaciones más novedosas sean, por un lado, en el ámbito textil usándola en la composición de prendas y por el otro en la composición de productos alimenticios.

Aunque parce que todo sean ventajas, también se debe ir con cuidado. Aunque hay estudios que afirman que menos del 1% de la población es alérgica al Aloe Vera, es importante tomar precauciones al respecto asegurándonos previamente que no tiene efectos adversos en nuestra persona. La mejor manera de hacerlo es extendiendo un poco de Aloe en una parte del cuerpo como el brazo y esperar si aparece algún tipo de reacción alérgica en la zona.