LOS BENEFICIOS DEL YOGA PARA TU BELLEZA INTERIOR Y EXTERIOR
Si practicas yoga o conoces a alguien que lo haga, sabrás que este ejercicio tan completo y milenario tiene múltiples beneficios, tanto psicológicos como físicos y que en sus inicios fue pensado para rejuvenecer el cuerpo mediante la respiración, la meditación y las posturas o asanas.
En el post de hoy te queremos detallar estos beneficios y animarte a practicarlo en sus múltiples versiones que también te vamos a explicar.
A pesar de ser una práctica de más de 2500 años de antigüedad sigue estando muy presente en todo el mundo y no cesa de ganar popularidad.
De origen hindú el yoga ha sido trasladado y modificado en función de las distintas culturas. Adaptándose a las necesidades y ritmos de las personas que lo practican.
Llegan a existir más de cien variedades pero quizá la más conocida en occidente es el Hatha Yoga.
Este tipo de yoga es llamado el yoga de la fuerza. Permite armonizar el cuerpo, la mente y el Prana (la energía vital).
Se trabaja a través de diferentes series de ejercicios llamados asanas (las posturas que se realizan de forma corporal) y los pranayamas (la respiración consciente).
Cuando se practica con asiduidad el cuerpo se va fortaleciendo, abriendo, relajando y purificando.
También la mente logra un estado de tranquilidad y equilibrio al permitirnos estar centrados en el ejercicio y la respiración.
Beneficios de la práctica del Yoga
Cuando ya hemos encontrado el yoga con el que mejor nos identificamos y el profesor/a que sabe transmitir esta disciplina de forma profesional y cercana, es cuando podemos empezar a disfrutar de sus múltiples beneficios.
Independientemente del nivel de la persona que lo practica los beneficios del yoga son los siguientes:
A nivel físico:
Se aumenta la resistencia: Con constancia en la práctica se logra tener más resistencia en la realización de los ejercicios.
Tonificación: Se trabaja el cuerpo de forma global y por ello se logra tonificar todas las zonas corporales como son: brazos, glúteos, abdomen, muslos…
Aumenta la flexibilidad: Se realizan estiramientos progresivos que con el tiempo te otorgaran mayor flexibilidad.
Energía: Muchas personas notan que su energía aumenta dejando atrás la fatiga.
Relajación: El yoga te ayuda a relajarte, tras la práctica más intensa, y ser consciente de ello te brinda la oportunidad de lograr el mismo estado en situaciones cotidianas.
Mejora de la postura corporal: Al lograr mayor flexibilidad y tonificación, nuestra postura corporal también se corrige con el tiempo y llegan a superarse los desequilibrios posturales.
Ganamos en salud: Al practicar ejercicio físico de forma regular se activan los sistemas de regulación del organismo y mejora nuestra salud.
A nivel emocional o mental:
Se favorecen aspectos emocionales y cognitivos: Al tratarse de un ejercicio tan completo se puede llegar a eliminar la ansiedad y mejorar la autoestima.
Logrando estabilidad emocional y paz: El trabajo de la introspección ayuda a comprender el funcionamiento de la mente y el ego, dándonos la oportunidad de mejorar o silenciar nuestro diálogo interno. Aumentando la sensación de tranquilidad y de tolerancia.
Favorece la concentración: El hecho de tener que atender las indicaciones del porfesor/a nos ayuda a estar concentradas y trabajar la memoria y la coordinación.
Autoconocimiento: El yoga nos da la oportunidad de conocer nuestros límites y respetarlos, ya que en ningún caso hay que forzar nada. Nos permite conocernos y entendernos.
Conocer los distintos tipos de yoga te ayudará a averiguar cual es el que mejor se adapta a tus necesidades.
Como antes hemos señalado el Hatha Yoga, o yoga tradicional, está basado en la práctica física y de respiración, centrado en buscar el equilibrio. Existen diferentes niveles de dificultad y se puede adecuar a todo tipo de personas.
Dentro del Hatha Yoga podemos encontrar dos variedades:
El Hatha Raja, más dirigido a la introspección, o meditación en movimiento.
El Ashtanga Vinyasa yoga, más dinámico que el Hatha. Se diferencia por el vinyasa, que significa fluidez, movimiento. Por lo que en la práctica se busca sincronizar el movimiento con la respiración.
Por otro lado existe el Iyengar, indicada para personas que empiezan o para las que desean aprender las posturas de forma correcta, ya que en este tipo de práctica se da especial importancia a la alineación del cuerpo y la perfección del movimiento.
Sivananda, te permitirá integrar la filosofía del yoga en tu vida ya que es quizá el que más incide en el correcto descanso, la alimentación sana, el pensamiento positivo, la meditación y las asanas.
Para personas ya más experimentadas hay el Dharma Yoga y el Kundalini. En Dharma da un énfasis especial a la meditación y la espiritualidad y el Kundalini a la energía en movimiento.
Y por último no queríamos dejarnos uno de los tipos de yoga que más inciden en el rejuvenecimiento, el yoga facial. Una práctica que realizada de forma diaria aporta tonicidad a los músculos de la cara y el cuello, previene la flacidez, la aparición de arrugas y mejora la circulación.
Como has podido ver el mundo del yoga es algo fascinante que cuando entras en él te engancha por su dinamismo y energía.
Potencia tu bienestar y rejuvenece practicando yoga, te lo recomendamos!!
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