Aunque en japonés “matcha” significa té en polvo, no cualquier té que se haya molido se puede considerar matcha.
Lo habitual es que se preparen los otros tipos de té con las hojas y partes del tallo, eliminándolas cuando vamos a ingerirlo. Con el té matcha usamos las hojas trituradas mezclándolas con el agua y las ingerimos junto con esta.
La obtención del polvo de matcha se realiza mediante un proceso delicado y lento. Antes de la cosecha, los arbustos de té verde se tienen que cubrir con unas telas especiales y semitransparentes para lograr que la hoja obtenga una mayor concentración de sabor y aporten una textura más agradable a la bebida ya preparada.
Una vez recolectadas las hojas a mano, se tratan con vapor para evitar la oxidación y se dejan envejecer para lograr más sabor. Al pasar unos meses, se trituran.
Si se ha hecho tan popular este tipo de té es debido a que se cree que es un buen aliado en la pérdida de peso. Bautizado como quemador de grasas, aumenta el metabolismo y ayuda a quemar calorías, reduce el colesterol en sangre y equilibra los niveles de azúcar.
Hay estudios que demuestran estas afirmaciones, como el que se hizo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra (https://goo.gl/KJpYJw) , en el que se afirma que consumir té matcha produce un aumento de la termogénesis mediante la cual el organismo quema las calorías diariamente, por lo que favorece la pérdida de peso.
Entre los múltiples beneficios de este maravilloso té, rico en L-teanina, destacamos también que nos relaja, mejora nuestro estado de ánimo y nos ayuda en periodos que requieran concentración, como por ejemplo durante la época de exámenes.
Si estuvieras pensando en reducir el consumo de café, el té verde matcha es ideal, ya que su contenido en cafeína, el cual produce estados de alerta o nerviosismo, se compensa con las propiedades relajantes de la L-teanina que relaja sin producir somnolencia. Además la asimilación de la cafeína del té matcha se absorbe de forma muy lenta, sin producir picos de azúcar ni aumento de la insulina.
En el mundo de la belleza es un té muy conocido por su espectacular poder antioxidante, el cual previene el envejecimiento y por ser un desintoxicante eficaz y natural. Su cantidad de clorofila es mayor en comparación con otros tés, y por ello nos ayuda también a eliminar toxinas, metales pesados, dioxinas y disruptores hormonales.
Aplicado en forma de mascarilla, también te puedes beneficiar de sus múltiples propiedades para tener una piel nutrida y saludable. En concreto te dejamos aquí una receta para hacerte tú misma una mascarilla en casa que te aportará frescura y cuidado en casos de acné o rosácea.
- 1 cucharadita de té matcha
- 2 cucharaditas de yogur griego o natural sin azúcar ecológico
- 1 chorrito de miel ecológica
Mezcla los tres ingredientes y aplica una fina capa sobre el rostro. Los componentes del té junto al zinc y el ácido láctico del yogurt, te ayudan a desinflamar la piel y a exfoliarla con suavidad, unificando incluso el tono. La miel, con sus propiedades antimicrobianas, limpiará las impurezas.
Déjala actuar durante 15 minutos y retírala con agua tibia. Para terminar de una forma más completa, aplica mediante un suave masaje una gotas de aceite de jojoba que te hidratarán la piel del rostro en profundidad.
Ya has comprobado que el té matcha es un té muy versátil que puedes tomar y disfrutar de muchas maneras. Aprovecha sus ventajas y anímate a probarlo.