El comer es una de las actividades más básicas de nuestra vida y el incorporar la técnica del mindfulness en dicha tarea nos ayuda a apreciar los alimentos, nuestra salud y el respeto por nuestro entorno.

Nuestro ritmo de vida es en ocasiones frenético, lleno de actividades y responsabilidades lo que nos conduce a prestar poca atención a momentos tan importantes del día como es el momento de comer, de alimentar nuestro organismo y, por que no, nuestro espíritu. Cada vez menos encontramos la manera de comer de forma tranquila y saludable.
Por ello alimentarse con consciencia es cada vez más importante. Sería adecuado aprender de nuevo a detenernos y preguntarnos si nuestro cuerpo necesita ciertos alimentos, por qué nuestras preferencias cambian según nuestro estado de ánimo, consumiendo ciertos alimentos cuando estamos tristes o estresados.

Optando por el mindfulness en la alimentación cualquier comida que realizamos, solos o en compañía se convierte en una grata experiencia que nos conducirá a corto plazo grandes beneficios.

Desde hace años la Escuela de Medicina de Harvard, se ha encargado de difundir la práctica de la alimentación consciente, ofreciendo pautas sencillas para poder empezar a cambiar nuestros hábitos. Una de estas pautas es el hecho de agradecer los alimentos de los que disponemos y de los cuales nos vamos a nutrir, practicando, cada uno a su manera, la antigua costumbre de bendecir la mesa.

El llevar a cabo esta sencilla recomendación nos ayuda a reflexionar, aunque sea por un pequeño instante, sobre la suerte que tenemos de poder disfrutar de nuestra alimentación, de sentirnos bien acompañados, entrando en sintonía con todos con los que compartimos la mesa. Hoy en día es tan difícil compartir la mesa con toda la familia que si esto sólo es posible hacerlo, por ejemplo, en el fin de semana, sería muy bueno aprender a valorarlo.

Otra pauta importante a seguir es el empezar a informarnos sobre lo que comemos. Hay tantas posibilidades de lograr información seria de lo que realmente nos beneficia y perjudica que, tener el interés, es el primer paso. Disfrutar comprando y buscando los alimentos escogidos, cocinarlos de una forma saludable, siendo conscientes de lo que nos aportarán es un acto de intencionalidad que nos ayuda a estar plenamente presentes.

El mindfulness es un concepto, una técnica de la que se está hablando mucho, aplicado a la alimentación y a nuestra vida es una opción altamente recomendable.