El paso de los años es inevitable. De hecho, a medida que va pasando el tiempo, empiezan a surgir las inquietudes sobre cómo evitar que se noten en nuestro rostro.
A partir de los 35 años se empiezan a notar los primeros signos de envejecimiento. El colágeno natural que forma la piel se va perdiendo, causando una falta de brillo en la piel, flacidez y arrugas en todo el rostro, especialmente en la zona de los ojos.
Hasta hace poco, era habitual retroceder 10 años en el tiempo gracias al bisturí. Las operaciones estéticas estaban a la orden del día pues devolvía al rostro el aspecto radiante que solía tener. Los efectos, en muchos casos, horrorosos.
Hoy en día, por suerte, las cosas han cambiado y evolucionado para bien. De hecho, gracias a las nuevas tecnologías se puede devolver la frescura, la hidratación y la tensión a la piel en un momento.
Muchos de estos nuevos métodos se basan en buscar siempre métodos poco invasivos, que sean capaces de acelerar el tiempo de recuperación pero, al mismo tiempo, de obtener resultados duraderos. Se busca, además, un rejuvenecimiento real, regenerando la piel en lugar de quitarla.
Argentina es uno de los países pioneros en estas técnicas. Se ha conseguido desarrollar unas nuevas tecnologías láser que han conseguido cambiar el mundo de la estética.
En Yvette Pons intentamos estar siempre al corriente de la actualidad en estética avanzada, disponemos de la más innovadora tecnología para este fin, desde la cryolipolissis, la radiofrecuencia Accent, D-finitive EVO hasta Ondas de choque, entre otros. Potentes tratamientos de remodelación corporal y rejuvenecimiento facial que no te dejarán indiferente.
Tanto los tratamientos con láser cómo la radiofrecuencia hacen que la piel pueda regenerarse más rápido porqué estimulan la producción del colágeno. De esta manera, los efectos son mucho más notorios y duraderos. Hemos llegado a un punto en que ya no se retoca, se rejuvenece.