Desde hace años estamos oyendo el término coach o coaching entendiéndolo como el acompañamiento profesional o experto en diferentes ámbitos de la vida como pueden ser lo profesional, lo financiero, a nivel emocional o incluso nutricional. El término beauty coach parte de la disciplina que profundiza en las raíces de la salud y del bienestar interno para ganar belleza en todo nuestro ser.

En la práctica se intenta provocar un movimiento de dentro hacia fuera. No se suelen usar técnicas de belleza como se suele hacer a menudo de forma inconsciente para “tapar” complejos o aquello de nuestro físico que nos hace sentir mal.

Se intenta, con el acompañamiento del coach, trabajar en la raíz de dichos complejos, abordando la salud y el bienestar de manera integral. Indagando en nuestras creencias, a veces limitantes, sobre nosotros mismos para transformarlas en creencias que potencien nuestro bienestar.

Los beauty coach son personas que se han formado para poder recomendar hábitos de vida saludables, estudiando y personalizando pautas nutritivas, proponiendo actividad física adecuada a nuestras capacidades y preferencias y recomendando las últimas tendencias en estética antiaging. Es muy importante conocer bien cuáles son las tecnologías verdaderamente eficaces aplicadas a la salud y la belleza para descartar aquellas que no se adapten para nada a nuestro estilo de vida o necesidades.

En ocasiones estos profesionales nos propondrán trabajar con la respiración, usándola como nuestra gran aliada para afrontar situaciones vitales que nos pueden afectar en el plano emocional y consecuentemente en el físico. Con un buen control respiratorio podemos aprender a calmarnos, oxigenarnos e incluso cargarnos de energía.

Técnicas y acompañamiento profesional que en definitiva nos ayudan a aproximarnos a la belleza como una consecuencia de una mayor conexión con nuestro interior, buscando más consciencia y respeto por quién somos y por ello con lo que queremos reflejar hacía el exterior.