¿Cuántas veces has visto personas de 60 años que se sienten bien y sanas como cuando tenían 40 años y, otras de la misma edad que pueden aparentar 70 o más y su salud no corresponde a su edad?
La edad cronológica es la edad que corresponde al número de años que tenemos y que vamos cumpliendo anualmente. La edad biológica es la edad que adquiere nuestro organismo y que cada uno de nosotros tenemos en función de la predominancia funcional a nivel celular que adquirimos en el momento en que nacemos. Y que, a la vez, depende de nosotros mismos y de como nos cuidemos, de mejorarla y de que siga su curso, o de empeorarla. La edad psicológica para Yvette es la edad más importante, porque es la edad que tú sientes que tienes, o que nos han inculcado que tenemos que tener por nuestra edad.
La edad cronológica, es la única que no podemos modificar, dado que es la de nuestro calendario, pero a la vez, es la menos fiable por qué; ¿cuántas veces hemos visto una persona joven que parece más mayor o, viceversa?
La edad que realmente habla de cómo estamos envejeciendo es la biológica. En primer lugar, es la que representa el funcionamiento interno genético, tanto fisiológico como orgánico, y de como lo cuidamos. El envejecimiento biológico también puede afectar a cada individuo de diferente manera y sin estar equilibrado en todo el cuerpo. Por ejemplo, deportistas de elite en edad un poco avanzada que llevan toda su vida haciendo deporte. Seguramente, están muy bien representados a nivel muscular, con una óptima musculatura y un sistema cardiovascular y pulmonar parecido al de una persona joven. Sin embargo, sus articulaciones o sus riñones están expuestos a filtrar la sobrecarga continua de residuos proteínicos como por ejemplo la mioglobina. Es posible que estas estructuras tengan un envejecimiento más prematuro a la edad cronológica que les caracteriza. Como menciona Yvette Pons; “la edad biológica ira avanzando de un modo u otro, dependiendo de como nos cuidemos, hasta el punto de poderla revertir”.
¿Pero realmente, crees que es posible revertirla?
Imaginaros con una vida sana, sin malos hábitos, una alimentación equilibrada, ejercicio regular y moderado, y un correcto descanso, mejorando así: el azúcar, el exceso de grasa, la buena masa ósea y muscular, la circulación cardiovascular y linfática, hasta un correcto
suministro de oxígeno a nuestras células y nuestro cerebro. Incluso los gerontólogos, han demostrado que un anciano que cambie su estilo de vida, puede vivir un promedio de 10 años más.
Y entonces, ¿qué ocurre con la edad psicológica?
Yvette cree en el poder que tiene cada persona. Afirma que esta edad es totalmente personal e individual y es la que manda sobre nuestra vida, en función de las experiencias vividas, de las creencias implementadas en nuestro subconsciente, de nuestros pensamientos y de como realmente nos sintamos.
Yvette Pons recalca: “SERÁS MAYOR SI TE SIENTES MAYOR, es más, los que te observan, así te verán, porque es como tú piensas que eres y como tú crees que estás y así lo reflejaras. Y a la vez así te comportarás. En cambio, personas que se sienten jóvenes, demostraran tener una mayor energía y vitalidad. Se vestirán y se peinarán más juveniles y afrontarán, los retos, la vida y los problemas con más optimismo. La persona que psicológicamente se ve joven y cree que puede ralentizar tu envejecimiento os puedo asegurar que así lo reflejará a sus células”.
El poder de nuestra mente es tan fuerte que en muchos casos las personas pueden llegar a envejecer de manera prematura cuando viven una adversidad, creyendo que no la pueden afrontar, hasta el punto de enfermar o morir en poco tiempo. En cambio, otras personas gestionarán esta situación de manera positiva, revirtiendo sus emociones y alargando su vida durante largos años y con buena calidad de la misma.
Sentirse satisfecho con tu vida laboral, como personal, reír, tener una buena vida sexual y satisfactoria, disfrutar del tiempo libre, interactuar con las amistades. Mirar con optimismo el futuro, todo ello te ayudará a ralentizar el envejecimiento celular. Yvette asegura que: “no expresar las emociones, quedarte todo dentro, no disfrutar de tu trabajo, sentirte solo y no relacionarse, preocupaciones continuas, estar anclado en el pasado y no avanzar, contribuye a acelerar tu envejecimiento celular y a reducir tu sistema inmune, provocando que tu salud no tenga el buen estado que podría tener”.
¡Feliz semana!