Justo debajo del mentón tenemos una piel muy fina con tendencia a la flacidez, que con el paso del tiempo y, otras causas que comentaremos a continuación, es dónde aparece la papada.

Aunque es más común en personas con sobrepeso y de la tercera edad, cualquier persona puede padecerla incluso de forma prematura. Por eso es muy recomendable prevenir su aparición e intentar reducir su aspecto con sencillos ejercicios que se pueden realizar en poco tiempo y que nos ofrecerán resultados óptimos a medio plazo.

Otras causas de la aparición de la papada son:

La excesiva exposición solar: ya sabemos que los excesos de radiación ultravioleta en la piel son siempre nefastos. El tejido cutáneo tiende a resecarse y a perder el colágeno natural que se encarga de la elasticidad. El envejecimiento prematuro es un factor determinante para que se forme la papada.

Perder abundante peso en poco tiempo: el perder peso de esta manera tan abrupta produce la papada por des colgamiento. La grasa y los tejidos adiposos se eliminan con el adelgazamiento pero la piel no tiene el tiempo necesario para adaptarse a la nueva situación, por lo que se genera un exceso de tejido debajo de la mandíbula.

Predisposición genética: Factores fisiológicos y las características físicas heredadas hace crecer las posibilidades de sufrir esta flacidez. Esto les pasa por ejemplo a las personas con cuellos cortos y mandíbulas pequeñas.

La prevención es posible. Si somos capaces de adquirir unos hábitos saludables que nos cuidan por dentro y nutren nuestra piel, evitándole excesos negativos, podremos evitar el desarrollo de la papada.

  • Evitaremos la exposición al sol durante las horas de mayor riesgo (de 10 a 15 h.)
  • Usar siempre protección solar en el área del cuello
  • Beber el agua durante el día suficiente para tener una piel bien hidratada
  • Realizar ejercicio de forma regular para tener unos músculos firmes y quemar los excesos de grasa localizada
  • Masajear la zona del cuello y el escote para favorecer la regeneración celular.
  • Incluir en nuestras rutinas de limpieza e hidratación facial, siempre, la zona del cuello y el escote.
  • Evitar tener durante tiempos prolongados el cuello inclinado (postura generalizada para ver el móvil….) Deberíamos cuidar nuestra postura intentando estar erguidos con la nuca recta y los ojos a la altura de la pantalla.
  • Si descansamos sobre una almohada excesivamente gruesa el cuello descansa en una postura forzada e inclinada. Escogeremos almohadas más finas.

 

Tras estas recomendaciones que cualquiera puede tener en cuenta os proponemos unos ejercicios naturales y sencillos con los que reducir la papada y tonificar el cuello de una forma rápida y eficaz.  Decenas de músculos de la cara y el cuello son los responsables de que la piel que los cubre esté tersa. Si trabajamos estos pequeños grupos musculares podremos frenar la aparición de arrugas y la flacidez. Eso sí, es necesario ser constante para poder disfrutar de los resultados.

Ejercicio 1: Con la boca cerrada y manteniendo una postura erguida realizaremos movimientos circulares con la lengua sobre el paladar superior. Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, haremos este ejercicio diez veces tres veces al día. Lograremos tonificar muchos de los músculos del cuello.

Ejercicio 2: En una posición relajada y con la espalda recta hay que exagerar la pronunciación de las cinco vocales, procurando abrir la boca todo lo que te sea posible para trabajar la parte baja de la mandíbula y estilizar el cuello. Sería bueno repetir  este ejercicio unas diez veces al día.

Ejercicio 3: Procuraremos levantar la cabeza todo lo que podamos. Con la boca cerrada estiraremos el cuello hacia atrás logrando que la barbilla se levante y salga hacia adelante. Realizaremos diez repeticiones.

Ejercicio 4: Si tensamos durante unos segundos los músculos del cuello lograremos tonificarlos. Para conseguirlo podemos practicar una sonrisa invertida, intentando mantenerla durante varios segundos, una decena de veces.

Ejercicio 5: Este es quizás el ejercicio más sencillo ya que no requiere prestarle demasiada atención. Mientras masticamos chicle movilizamos y trabajamos la musculatura de la mandíbula y logramos que esta se mantenga fuerte.

Ejercicio 6: Colocadas estirando el cuello y levantando la cabeza, con la boca un poco abierta, realizaremos un suave masaje con la mano alrededor del cuello, estirando suavemente la piel hacia abajo. Realizaremos este masaje unas tres veces al día.


Estos son ejemplos que se pueden combinar o programar para crear una rutina personal según las necesidades. Es muy importante ser constante y abandonar aquellos ejercicios que nos produzcan alguna molestia o fatiga excesiva.

También es bueno saber que existen otras maneras de eliminar la papada con métodos no invasivos como con los tratamientos con radiofrecuencia, el láser metabólico y otras tecnologías de la clínica estética cuyos resultados están garantizados.

No dudes en consultar a tu profesional de confianza para conocer cuál es tu mejor opción.