Este ácido tan conocido en el mundo de la estética es, junto al colágeno, un magnífico aliado en la tarea de vencer la pérdida de volumen y las arrugas causadas por el envejecimiento natural de nuestro cuerpo. Sus efectos tienen un mejor resultado, más duradero y menos irritante que otros tratamientos, ya que producen un menor número de reacciones alérgicas y llegan a borrar las arrugas de una forma más eficaz.
Al igual que el colágeno, el ácido hialurónico es una substancia fisiológica natural que se encuentra en nuestro organismo y que forma parte de la composición de numerosos tejidos y órganos, incluso de la propia piel. A partir de los 35 años aproximadamente esta substancia disminuye de forma considerable y deja la huella de su ausencia con la aparición de las arrugas del rostro así como con la pérdida de volumen y firmeza.
TRATAMIENTOS EN COSMÉTICA
Una de las características principales de este ácido es su capacidad para atraer y retener el agua, y es por ello que en cosmética son muy numerosos los productos antiage que, aprovechando esta característica, lo convierten en el ingrediente clave. Su efecto más destacable a nivel tópico es su gran poder de hidratación y su acción rellenadora de las pequeñas arrugas y líneas de expresión.
La innovación en cosmetología nos ha traído otra forma de aprovechar los beneficios del ácido hialurónico por otra vía que no es la tópica. Podemos llegar a tener unos grandes resultados sobre nuestra piel ingiriendo este ácido a través de comprimidos. Eso si, es bueno conocer que para poder trabajar desde dentro de el organismo, hay otros ingredientes clave que ayudan a que el ácido hialurónico pueda realizar su acción de una forma más eficaz en nuestra piel. Estos ingredientes son el manganeso que ayuda a sintetizarlo o la glucosamina, un agente activo que ayudará a generarlo. Estos comprimidos, comercializados por diferentes marcas logran que se genere el ácido hialurónico de forma natural y por ello los resultados son más visibles, la piel se ve más hidratada y tersa.
TRATAMIENTOS EN MEDICINA ESTÉTICA
Ya en los años 90 el ácido hialurónico se empezó a usar en medicina estética como un eficaz tratamiento antiarrugas y mejora de cicatrices. Mediante inyectables se consigue de forma prácticamente inmediata resultados sobre la recuperación del volumen y la máxima hidratación, otorgando a la piel un extra en tersura y luminosidad, durante aproximadamente unos 18 meses. Usando este tratamiento dérmico ante los primeros signos de envejecimiento logramos vernos jóvenes por más tiempo y corregimos al mismo tiempo la carencia natural de esta substancia en nuestro organismo.
Zonas corporales en las que se recomienda el tratamiento con ácido hialurónico:
Lo más habitual es que se utilicen los tratamientos tanto cosméticos como estéticos en las siguientes zonas dónde suelen aparecer las primeras arrugas:
- Contorno y comisura de los labios
- Tratamiento para lograr mayor volumen en labios y pómulos
- Arrugas labiales y/o peribucales
- Líneas de expresión a ambos lados de la nariz y de la boca
- Líneas de expresión junto a los ojos
Una de sus grandes ventajas frente a otros tratamientos es su composición, compatible con todos los tejidos, por lo que cualquier persona puede disfrutar de sus beneficios sin miedo a reacciones alérgicas. Es tan común su uso en medicina que se usa con total normalidad para tratar inflamaciones, cicatrices, gingivitis o incluso artritis. Tiene un índice de tolerancia muy elevado, no requiere interrumpir la vida diaria ni se hace necesaria la anestesia.