Siempre hemos oído decir que la alimentación es uno de los puntos más importantes en nuestra vida. Y es que esta nos afecta en muchos ámbitos, como por ejemplo, en la salud o en el estado de ánimo. ¿Pero cómo conseguir una alimentación saludable? ¿Qué nos aporta?
Primero de todo, debemos tener claro que una alimentación saludable es aquella que nos aporta todos los nutrientes necesarios y la energía que necesitamos para mantenernos sanos.
Una persona que se alimenta correctamente tiene más oportunidades de vivir de una manera saludable, de desarrollarse plenamente en todos los ámbitos de la vida, de aprender y trabajar mejor, así como de ser menos propenso a ponerse enfermo.
Y es que una alimentación variada asegura la incorporación y el aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir de una manera correcta y feliz. Por eso, es muy importante fijarnos en el tipo de alimentos que consumimos. Si podemos optar por alimentos ecológicos, sin conservantes ni colorantes, de KM0, cercanía o de temporada… ¡mucho mejor!
Todo esto, además de mejorar la calidad de vida de las personas, prevé el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares, hipertensión arterial, osteoporosis, infecciones, anemias e, incluso, algunos tipos de cáncer.
En este sentido, no debemos tomarnos la alimentación a la ligera. Para comer sano, se recomienda, sobretodo, distribuir los alimentos en tres comidas principales y dos colaciones (desayuno y merienda) moderando el tamaño de las porciones. Es también importante consumir dos piezas de fruta, fuera de las horas de comida y tres porciones de verduras al día: en la comida y en la cena es conveniente que la mitad del plato cuente con, al menos, una ración de verdura (puede ser de cualquier tipo y color) . Además, debemos incorporar a nuestros platos legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas . Disminuir el consumo de carnes rojas, no más de una vez a la semana y que las blancas no supere las tres raciones a la semana, en cambio podéis aumentar el consumo de pescado en 4 o 5 raciones semanales. También es importante eliminar el postre de la comida y de la cena. Otro aspecto a tener en cuenta, es la sal: podemos disminuir su uso remplazándola por perejil, albahaca, tomillo, romero o cualquier otro condimento que nos guste. Finalmente, para acabar con estos consejos es recomendable limitar el consumo de azúcar y de alcohol.
Siguiendo estos pequeños trucos y consejos, conseguirás tener una alimentación más que sana. Poco a poco, verás cómo, una vez tu sistema se haya adaptado, tanto tu cuerpo como tu mente se sentirán mucho mejor. Desde aquí, desde Yvettepons, os animamos a tener y disfrutar de una vida sana y feliz.