Con la llegada del verano y la ropa corta seguro que quieres verte espectacular. Las piernas son una de las partes del cuerpo que más se ven y muchas veces no les prestamos la atención que se merecen. Ocultas durante el invierno, cuando llega el verano queremos lucirlas perfectas, pero para que realmente se vean bien tornadas y tonificadas se deben trabajar todo el año. De poco sirve hacer locuras semanas antes: lo único que conseguirás es perjudicar tu salud y crear un efecto rebote que hará que estés peor que antes de empezar.
Debemos tener claro que las mujeres tienden a acumular grasa en la parte inferior del cuerpo, sobre todo en la parte de las caderas y los muslos, por lo que a ellas les interesará más trabajar esta zona, aunque conseguir unas piernas perfectas es un objetivo importante para cualquiera de los dos sexos.
Por ello, en este post te traemos distintos trucos a realizar tanto en casa como fuera de ella.
Para empezar, debemos adoptar unos hábitos de vida saludable. Alimentación sana y equilibrada, dejar de lado los malos hábitos como el tabaco, el alcohol o el café y, sobretodo, empezar a realizar ejercicio físico. Estos tres hábitos son fundamentales ya que empiezan por nosotros mismos. Cómo ayuda, también es interesante añadir masajes ascendentes con cremas frías, presoterapia, drenajes linfáticos o mantener los pies en alto para favorecer el retorno sanguíneo. Además, podemos usar también medias de comprensión en caso de trabajar muchas horas de pie, debemos intentar disminuir el uso de zapatos de tacón excesivamente altos, darnos duchas de chorros fríos desde los tobillos hasta las ingles, así como otras acciones similares.
En cuanto al ejercicio físico es importante tener un programa de entrenamiento personalizado y adaptado a las características físicas, estado de forma, edad, tiempo… Esta es una de las mejores opciones para quien quiera lucir unas piernas perfectas cuando llegue el verano.
Sin embargo, en el aspecto más físico es necesaria la combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos dado que todo gesto motriz – ya sea una carrera, natación, ir en bicicleta…- necesita una fuerza de contracción muscular por lo que resulta conveniente compaginar ejercicios cardiovasculares con ejercicios de tonificación muscular.