Quizás habéis oído hablar de ellas pero es probable que no sepáis exactamente que son las ondas de choque, o para que sirven.

Las ondas acústicas o de choque, pueden alcanzar un máximo de presión muy alto en muy poco tiempo. Aplicadas mediante avanzada tecnología estética tienen la capacidad de propagarse por los tejidos y su efecto mecánico produce una considerable lista de beneficios en las estructuras tisulares.

Su principal aplicación es reducir de forma parcial los nódulos de grasa que son los responsables de la celulítis y la anti estética piel de naranja.

Los resultados son visibles desde la primera sesión y, desde el interior, su acción genera una serie de cambios en la zona tratada muy beneficiosos, entre ellos:

Y específicamente el trabajo de las ondas de choque ante la celulitis se concreta en:

Generación de factores de crecimiento logrando una regeneración interna de la piel.

Se crean nuevos vasos sanguíneos que mejoran la microcirculación de la zona, por lo que la celulítis se ve comprometida no pudiéndose expandir.

Tras el tratamiento se logra una importante reducción de volumen y la piel recupera su elasticidad y finura.

En España, la celulitis provoca que cuatro de cada diez mujeres que sufren esta alteración estética dejen de ir a la playa, o muestren sus piernas en verano. El hecho de no estar satisfecha con tu cuerpo puede producir baja autoestima y complejos.

Por ello es muy importante conocer los nuevos métodos estéticos que junto a los consejos de los profesionales ayudarán a estas mujeres a solucionar las causas físicas y psicológicas que les impiden disfrutar plenamente de su imagen.

El tratamiento de las ondas de choque es un tratamiento no invasivo y nos ofrece resultados en muy poco tiempo. Aunque es necesario tener claro que la piel de naranja se puede reducir, pero no eliminar por completo.

La mujeres a partir de los 25 años ya podemos tener celulítis tanto si estamos delgadas como si tenemos sobrepeso. La genética y los hábitos de vida influyen mucho en la temprana aparición. Por ello el educarnos en hábitos de vida saludables como el beber suficiente agua, evitar las bebidas con gas, eliminar los tóxicos o hacer ejercicio con regularidad nos ayudará a prevenir y tener control sobre la evolución de la celulítis en nuestro cuerpo.

El desarrollo de una sesión de ondas de choque es muy sencilla y no se necesita ninguna preparación por parte de la paciente.

Lo ideal es realizar un tratamiento completo de unas 10 sesiones, aunque este número puede variar en función de la persona tratada, su edad, el peso y la cantidad de grasa que se necesite eliminar.

Las sesión de ondas de choque suele durar entre 20 y 30 minutos dependiendo de la amplitud de la zona a tratar. Y tras este tiempo la paciente puede iniciar inmediatamente su ritmo y actividades habituales.